“El beso fue consentido. Jenni me levantó del suelo a mí y yo le pregunté por un pico y me dijo que vale. Ya he perdido perdón por el gesto. Y he explicado que el beso fue consentido. ¿Creen que eso merece esta cacería ¿Esto merece mi dimisión? Pues les digo una cosa. No voy a dimitir”. Son las palabras del presidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales en su comparecencia ante la Asamblea General de la Federación.
Rubiales ha estado en el punto de mira de las críticas durante la última semana por su inapropiado beso a Jenni Hermoso tras la final del Mundial Femenino y la gestión que hizo de la crisis. Su decisión la toma a sabiendas de que el pasado jueves la FIFA abrió un expediente disciplinario contra el directivo no sólo por el beso a la jugadora, sino por varios gestos obscenos en el palco durante las celebraciones por el Mundial femenino.
En la comunicación del organismo mundial se especificaba que dichos actos podían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del código disciplinario de la FIFA. Estas normas establecen qué se considera comportamiento ofensivo o violaciones de los principios del juego limpio y estas incluyen violar las reglas básicas de conducta digna o comportarse de una manera que propicie mala reputación al fútbol o a la FIFA. De esta manera, el beso a Jennifer Hermoso y el gesto tocando sus partes genitales en el palco irían en contra de la normativa FIFA. En este caso, la sanción puede ir desde una multa económica hasta una inhabilitación.
En su comparecencia, Rubiales ha tratado de explicar su versión de lo sucedido tras la final y el por qué del beso: “Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo al que podría tener dándole un beso a una hija. Y no hay posición de dominio. Ella me levantó del suelo, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, nos abrazamos, me acercó a su cuerpo, le dije que se olvidara del penalti fallado y me respondió: ‘Eres un crack’. ‘¿Un piquito?’, le pregunté. ‘Vale’, me contestó’. Se despidió con un último manotazo en el costado y riéndose. Ella dijo que era una anécdota. Y de la anécdota, del ‘no pasa nada’, se pasa al silencio de la jugadora y después a un comunicado que no termino de entender”.
Aunque sobre el asunto de las partes íntimas, el directivo se ha limitado a restarle importancia: “Quiero pedir perdón sin paliativos de ninguna clase por un hecho que pasó en el palco, cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo que ya habéis visto”, ha dicho el presidente de la Federación.
Los últimos días han sido una pesadilla para Rubiales, que no sólo ha sufrido el revés del organismo que preside Gianni Infantino, sino que ha visto como gran parte del mundo del deporte le ha dado la espalda y se ha enfrentado a una sucesión de críticas del Gobierno. Sin ir más lejos, Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones del Gobierno, pidió su dimisión. También se hicieron públicas las tres denuncias por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD), entre ellas la de Sumar, partido de Díaz. Y para rematar, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez calificaba su comportamiento “inaceptable”. La misma Jennifer Hermoso a través del sindicato Futpro, del que es miembro, y en el que solicitaba “medidas contundentes”.
El comportamiento del directivo sienta un precedente trata de un precedente de apertura de un expediente disciplinario por un caso así. Solo la frase convertida en meme de Diego Maradona “con perdón de las damas, que la chupen, que la sigan chupando” en 2009 había levantado tanta polvareda en la FIFA al considerarse otro comportamiento indecente.
Imagen: Real Federación Española de Fútbol
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La noticia “No voy a dimitir”: Rubiales desafía las críticas y se aferra a su puesto pese a las presiones del Gobierno y la FIFA fue publicada originalmente en Xataka por Albert Sanchis .