Ford SuperVan 4.2: así transformó Ford una furgoneta eléctrica en un misil de 1.400 CV y batió un récord en Pikes Peak
Pikes Peak es una de las citas del año para los amantes del motor. Es esa clase de eventos que mezcla el amor por el automovilismo, la exclusividad de llevarse a cabo en un lugar único y la posibilidad de ver alguno de los vehículos más curiosos, raros e inesperados del deporte.
La conocida como “carrera hacia las nubes” es la subida cronometrada a Pikes Peak, con casi 20 kilómetros de carretera y 156 curvas para salvar un desnivel positivo de 1.435 metros. Con pendientes medias del 7%, es un lugar donde los pilotos se lanzan montaña arriba a 2866 metros de altitud y alcanzan unos, nada desdeñables, 4.301 metros.
Esto es importante pues en Pikes Peak se dan cita auténticos especialistas que tienen dominado el cambio de altitud, pues los mejores apenas tardan poco más de ocho minutos en cubrir la distancia. Y también tiene su relevancia en el coche elegido porque, una vez más, los eléctricos tienen ventaja sobre los vehículos de combustión.
De hecho, el récord absoluto en la prueba lo tiene Romain Dumas, verdadero especialista en la prueba, que con el Volkswagen I.D. R Pikes Peak reventó los récords de la prueba y consiguió bajar por primera vez de los ocho minutos.
Este verano, Ford quiso hacer lo propio con un vehículo realmente especial: la Ford Pro Electric SuperVan 4.2. Una furgoneta que marcó el mejor registro en la categoría “clase abierta” en la que participaba. Un espectacular vehículo de 1.400 CV con el que consiguió cubrir los casi 20 kilómetros de la subida en 8 minutos y 47,682 segundos, 37 segundos menos que el anterior registro.
Así lo consiguieron.
Ford Pro Electric SuperVan 4.2, una furgoneta para romper con todo
El origen de la Ford Pro Electric SuperVan 4.2 tenemos que ir a buscarlo al Festival de Goodwood de 2022. Allí la firma estadounidense se presentó con una furgoneta eléctrica modificada para entregar hasta 2.000 CV de potencia.
A pesar de las modificaciones, rebajando la altura de la carrocería al mínimo posible y creando un cuerpo en la furgoneta que termina en un alerón directamente unido al resto del vehículo, en el vídeo en el que se recoge la subida a la colina más famosa del motor podemos ver cómo la conducción no es del todo fina y el piloto tiene algún pequeño problema para llevarla por el sitio, especialmente en la primera curva.
Con 2.000 CV de potencia de motores eléctricos, nos imaginamos que la furgoneta era un auténtico misil en línea recta pero, con la entrega inmediata de par de este tipo de motores, cualquier pequeño golpe de pedal podía hacer salir disparado a esta loca transformación.
En Ford, sin embargo, no se conformaron y decidieron que Pikes Peak era el mejor lugar para demostrar hasta dónde pueden llegar con un vehículo tan salvaje. Para la subida cronometrada decidieron quitar un poco de “chicha”. Rebajaron la potencia a 1.400 CV, entregados por tres motores eléctricos.
Pero fue la única cesión. Para el intento en Pikes Peak se mejoró la batería, se afinaron las suspensiones y los frenos, se ajustó la carrocería a las características de la subida… y se ahorraron 400 kg de peso. El resultado se dejó ver pronto. No sólo es que la furgoneta entregara 1.400 kg, a 241 km/h generaba 1.995 kg de carga aerodinámica. Una auténtica bestia.
El vídeo de la subida da miedo. Especialmente los planos grabados desde el lado derecho de la carrocería, con Romain Dumas buscando los límites. Pero, además de aquella grabación, Ford ha publicado un segundo vídeo (que también tienes más arriba) en el que cuentan el proceso de modificaciones que llevaron a cabo y cómo fue todo el camino hasta Pikes Peak, incluido un problema con la transmisión debido a un golpe con uno de los baches de la carretera.
Como decíamos, Ford consiguió romper los registros en la categoría en la que estaba inscrita aunque no se impuso en la prueba. Eso lo hizo un monoplaza más cercano a lo que podríamos imaginar para llevar a cabo este tipo de subidas cronometradas.
¿Y por qué decíamos que los coches eléctricos tienen ventaja en este terreno? Los vehículos de combustión tienen problemas para extraer toda la potencia posible cuando ganan altura. La presión atmosférica impide que el propulsor aproveche al máximo el oxigeno que entra en la cámara de combustión, perdiendo potencia cuando la prueba avanza en Pikes Peak.
El secreto para que los coches de combustión funcionen con el mejor rendimiento posible en Pikes Peak está en la sobrealimentación. El empleo de un turbocompresor (o varios) se utiliza para paliar este problema, pues con él se controla la presión y la cantidad de oxígeno del interior del cilindro, compensando la mezcla más pobre que se quemaría si este componente no trabajase.
Un coche eléctrico, evidentemente, no tiene estos problemas.
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Fotos | Ford
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La noticia Ford SuperVan 4.2: así transformó Ford una furgoneta eléctrica en un misil de 1.400 CV y batió un récord en Pikes Peak fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .