La misión espacial de la India afronta su momento más difícil: la sonda Chandrayaan-3 ha dejado de responder
La misión lunar india Chanddrayaan-3 parece no querer despertar de su letargo. La nave entró en modo de reposo durante su primera noche lunar, pero ahora que el Sol vuelve a iluminar sus paneles sus aparatos no están volviendo a activarse. Las esperanzas de que la sonda vuelva a despertar van desvaneciéndose poco a poco.
Una misión breve. El equipo responsable de la sonda india Chandrayaan-3 ha ido viendo durante los últimos días cómo las probabilidades de que los aparatos de la sonda se reinicien después de su periodo en modo de hibernación se reducían. Y con ellas sus esperanzas.
La sonda entró en este letargo al comienzo de la noche lunar, hace algo más de dos semanas (que es aproximadamente lo que duran los ciclos diurnos en nuestro satélite). El viernes pasado comenzaba el amanecer en la región del polo sur donde se encuentra la sonda, y desde entonces el equipo de la Indian Space Research Organisation (ISRO) tratan de restablecer comunicaciones con el aparato.
Aún no lo han conseguido, lo que ya ha hecho a algunos perder la esperanza y dar la misión por perdida. Con el día lunar la luz debería comenzar a alimentar los paneles de la sonda permitiendo su vuelta a la operatividad. Sin embargo esto no parece estar siendo el caso, pero con mucho en juego, es lógico que las esperanzas aún no se hayan abandonado del todo.
Pero intensa. Chanddrayaan-3 llegó al polo sur lunar el pasado mes de agosto y comenzó pronto a recabar datos sobre esta área del satélite nunca antes explorada in situ. La sonda obtuvo datos sobre la temperatura de la zona y la presencia de elementos como el azufre.
La sonda también desplegó un pequeño rover para la exploración más allá de su entorno inmediato. Asimismo realizó mediciones sísmicas de alta precisión (suficiente como para llegar a detectar las vibraciones causadas por la maniobra de despliegue del vehículo).
La sonda incluso activó sus motores para dar un pequeño “salto” y resituarse a unos metros del lugar donde había aterrizado. Esta maniobra tenía el objetivo de poner a prueba la posibilidad de un reencendido de motores antes de futuras misiones de recogida de muestras lunares.
Haciendo historia. Despierte o no de su siesta, puede decirse ya a estas alturas que Chandrayaan-3 ha hecho historia. Gracias a esta misión India se ha convertido en el cuarto país (después de EE UU, la URSS y China) en aterrizar una sonda en la Luna. En su media jornada lunar el trabajo realizado ha sido, además, intenso.
Chandrayaan-3 es la tercera misión lunar de la India y la primera en aterrizar exitosamente sobre nuestro satélite (Chandrayaan-1 fue una misión orbital y Chandrayaan-2 acabó estrellada en su superficie).
¿Qué ha podido pasar? En declaraciones a la cadena británica BBC, Kiran Kumar, antiguo presidente de ISRO, señalaba a las bajas temperaturas de la noche lunar como principal sospechoso de este fallo. “El módulo de descenso y el rover tienen tantos componentes que pueden no haber sobrevivido a las heladas temperaturas en la Luna”, explicaba. Y es que estas pueden rondar entre los -200º y los -250º Celsius.
El problema, además, podría estar tan sólo en el mecanismo de transmisión de datos. Ese único fallo resultaría catastrófico ya que, continúa explicando Kumar, aunque otros subsistemas sigan funcionando, sin comunicación no es posible continuar con las operaciones.
El sueño eterno. Con mucho en juego, es lógico que las esperanzas aún no se hayan abandonado del todo. Según explicaba la propia BBC el equipo seguirá tratando de reestablecer contacto con la sonda a lo largo del día lunar, que comenzó el pasado viernes 22. Esto quiere decir que la misión no puede darse por perdida antes del viernes que viene. Tampoco las esperanzas.
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Imagen | ISRO
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