Disney ha aprovechado la huelga de guionistas para replantearse cosas. Por una parte (con nefastos resultados), para inyectar extras digitales en alguno de sus telefilms, certificando que los actores en huelga tienen mucho camino que recorrer. Por otra, replanteándose qué está fallando con las series del MCU. Y parecen haber llegado a la conclusión de que la solución está en hacer las cosas bien.
Borrón y cuenta nueva.Cuenta ‘The Hollywood Reporter’ que a finales de septiembre, Marvel despidió a Chris Ord y Matt Corman, guionistas jefe de ‘Daredevil: Born Again’, la serie que retomaba las peripecias del héroe ciego donde lo dejó Netflix, así como a los directores que tenían que encargarse de los episodios aún sin rodar. Kevin Feige había llegado a la conclusión de que algo fallaba en las producciones del MCU y decidió reestructurar las estrategias.
Cosas que no iban a funcionar. Entre las ideas que estaban manejando Ord y Corman y que han hecho saltar las alarmas en Marvel están la reorientación de la serie hacia el drama legal. Y que Charlie Cox no se vestía de Daredevil hasta el cuarto episodio. Posiblemente, una propuesta muy alejada de lo que desea ver en pantalla cualquier fan del héroe o de la serie previa de Netflix.
La importancia del piloto. Hay determinados aspectos de las series del MCU que las diferencian del resto de las producciones televisivas, y que Marvel ha decidido cambiar para llevar a cabo unos procesos algo más racionales y de efectividad comprobada. Para empezar, se rodarán pilotos de las series, dejándose de aprobar temporadas completas con presupuestos que se acercan a los de las películas destinadas a cines. Quizás las series sigan teniendo costes en torno a los 150 millones de dólares de media, pero ya no se aprobarán las temporadas completas sin ser sometidas a mayores testeos.
Se buscan showrunners. Las series de Marvel nunca han tenido showrunners en el sentido clásico que la industria televisiva estadounidense le da al término: jefes de guionistas que también supervisan el rumbo y el tono de la producción. De esta tarea se encargaban en Disney las personas más inadecuadas posibles: ejecutivos sin vinculación alguna con el proceso creativo, atentos solos a números, datos y estadísticas. Al parecer, Disney quedó muy contenta con la labor de Jessica Gao en la postproducción de ‘She-Hulk: Abogada Hulka‘, que a efectos prácticos hizo una tarea de showrunner.
No más decisiones a posteriori. Finalmente, y también en relación con la función del showrunner, Disney intentará limitar el peso que hasta ahora tenían la postproducción y los reshoots para arreglar las series. Estas costosas decisiones de parchear lo ya rodado fueron, en buena parte, uno de los motivos del desbarajuste creativo del último fiasco de la compañía, ‘Secret Invasion’, y es un trabajo que se puede solucionar fácilmente con la labor de un buen showrunner.
Abrazar la tradición. Según Brad Winderbaum, jefe del área de streaming, televisión y animación en Marvel, la intención está clara: “fusionar la cultura de Marvel con la tradición de la producción televisiva”. De ahí este sumergirse en conceptos como los showrunners o los pilotos, en busca de dar a las series unos orígenes creativos menos empresariales y más artísticos.
De momento, ‘Loki’. La segunda temporada de ‘Loki’ puede entenderse como un primer paso en esa dirección, ya que en una entrevista con Variety, el productor ejecutivo de la serie, Kevin Wright, afirmó que no habían hecho reshoots de la serie por primera vez en la historia de Marvel. Ahora habrá que comprobar si eso ha brindado a esta segunda temporada del antihéroe un acabado más compacto y pulido.
Nada menos que un año y diez meses han pasado desde que Microsoft anunciara que iba a comprar Activision Blizzard, valorada en 68.700 millones de dólares. A diferencia de su fulminante y exitosa compra de Bethesda unos meses antes, esta compra ha sido de todo menos tranquila: dos reguladores antimonopolio, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) y la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) han examinado a fondo los términos del acuerdo durante meses.
Finalmente, Microsoft ha conseguido que el acuerdo sea aprobado por estos últimos, el gran escollo que le quedaba antes de la compra. ‘The Verge’, que hace una semana ya adelantaba que la resolución de la CMA estaba próxima a un fallo favorable para Microsoft, es la que ha anunciado también la confirmación del mismo.
El matiz que ha llevado a la consecución del acuerdo está en la venta de los derechos de los juegos en la nube de Activision Blizzard a Ubisoft. La compañía francesa contará con los derechos a perpetuidad de los juegos en la nube que se publiquen en los próximos 15 años. Es decir, y esto es lo que impide el “monopolio” que la CMA quería evitar, Microsoft no podrá lanzar exclusivamente los juegos de Activision Blizzard en Xbox Cloud Gaming, sino que éstos podrán lanzarse en otras plataformas de juego en la nube.
Mientras, todos los actores implicados se felicitan por el acuerdo final: Brad Smith, vicepresidente de la compañía, habla de una compra que “beneficiará a los jugadores y a la industria en todo el mundo”. Y la propia CMA afirma que “nos hemos asegurado de que Microsoft no pueda tener un dominio absoluto sobre este mercado importante y en rápido desarrollo. Somos la única agencia de competencia a nivel mundial que ha logrado este resultado”.
Superado este último obstáculo, y aunque hay procesos administrativos aún pendientes (como una investigación de la UE para asegurarse de que todo estaba en orden, pero que no levantaba ninguna restricción a la compra), Microsoft tiene vía libre para cerrar definitivamente la compra. Posiblemente veremos un comunicado oficial de la compañía en los próximos días y a nivel práctico notemos los efectos en los próximos meses.
A sus 67 años, Bill Gates continúa siendo una de las figuras más representativas del auge de la tecnología de finales de los 70 y principios de los 80 cuando en informática todo era campo y se fraguaban imperios como el de Apple y Microsoft.
Hoy Gates vive alejado de la primera línea de Microsoft y dedica todo su tiempo a gestionar proyectos filantrópicos de desarrollo a través de la Fundación Bill y Melinda Gates. Eso no le ha impedido conseguir que su fortuna siga creciendo durante estos años.
La millonaria jubilación de Gates. Pese a que lleva más de tres años desvinculado de la junta directiva de la empresa que fundó y que desde hace más de una década viene donando parte de su fortuna a filantropía, la fortuna de Bill Gates no ha dejado de crecer entre 2018 y 2022. ¿Cuál es el origen de la fortuna de Gates para que incluso donando importantes sumas de dinero el balance de su fortuna siga siendo positivo?
19 años como persona más rica del mundo. Ante de nada debemos decir que la fortuna de Gates no es flor de un día. El magnate de Seattle fue el hombre más rico del planeta entre los años 1995 y 2017, con las excepciones de 2008, 2010 y 2013 que, por cosas de la cotización de sus activos y el movimiento de decenas de miles de millones hacia su fundación, se vio superado por su amigo Warren Buffett y el mexicano Carlos Slim.
En la actualidad, 23 años después de ceder el mando de Microsoft y tres años después de apartarse de cualquier puesto directivo, el millonario se mantiene en el sexto puesto de la lista de personas más ricas del mundo de Forbes.
Fortuna anual de Bill Gates
Gates dejó Microsoft, pero Microsoft no le dejó a él. Como era de esperar, el 30,4% de la fortuna de Bill Gates proviene de la gran multinacional que fundaron Paul Allen y Bill Gates. Cuando el millonario abandonó la junta directiva en 2020, todavía mantenía el 1,3% de las acciones de Microsoft, por lo que Gates atesoraría unos 33.800 millones de dólares en forma de acciones de la compañía que fundó.
Inversiones menores y efectivo. La segunda mayor porción del patrimonio de Gates está diversificada en distintas pequeñas inversiones en empresas emergentes o en efectivo. Se estima que en este segmento se encuentra el 24,2% de la fortuna de Gates, lo que implica una cuantía de 26.900 millones de dólares.
Inversiones con visión de desarrollo. Basta ver la cartera de inversiones de Bill Gates para descubrir un patrón en el que se muestra un claro interés por empresas relacionadas con el medio ambiente o el desarrollo. Una de sus mayores apuestas es Republic Services, una empresa de recogida y reciclaje de basura en la que Gates tiene invertidos 16.100 millones desde 2002. Lo mismo sucede con Ecolab, una empresa de sistemas de purificación y tratamientos del agua en la que ha invertido 5.700 millones desde 2011.
Muy interesado por la comida y la bebida. Otro de los intereses de Bill Gates que se deducen de sus inversiones es el de la alimentación. El magnate se ha convertido en uno de los mayores terratenientes de Estados Unidos sino por que ha invertido más de 1.200 millones de dólares en más de 100.000 hectáreas de terrenos fértiles en 18 estados. En ellos se cultiva maíz, soja o arroz. Como necesitaba maquinaria para cultivar tanta tierra, Gates invirtió 7.900 millones de dólares en el veterano fabricante de tractores y maquinaria agrícola Deere & Co.
Además, también cuenta con 500 millones en acciones de la cervecera Heineken, y 1.200 millones en la embotelladora franquiciada de Coca-Cola en México FEMSA.
Inversiones en transportes y logística. En la cartera de inversiones de Bill Gates también hay espacio para empresas relacionadas con el transporte y la logística, entre las que destacan los 1.500 millones invertidos en AutoNation, la cadena de concesionarios de automóviles; o los 1.400 millones invertidos en Signature Aviation, una empresa de servicios para jets privados. Además, Gates tiene 1.100 invertidos desde 2013 en la Canadian National Railway, la empresa que gestiona casi 32.000 km de vía férrea en Canadá y Estados Unidos.
Como en algún punto de tanto viaje hay que descansar, el millonario fundador de Microsoft se ha asegurado una inversión de 6.600 millones de dólares en la cadena de hoteles de lujo Four Seasons, convirtiéndose en uno de los principales accionistas de la cadena hotelera.
Distribución de las inversiones de Bill Gates. Fuente: Forbes
Biotecnología y química contra las plagas. Otro de los pilares inversores de Gates parece ser el de la biotecnología, donde las inversiones del millonario no han dejado de crecer en los últimos años, investigando con la manipulación genética de mosquitos para erradicar plagas en países en vías de desarrollo. En ese mismo ámbito, el milmillonario de Seattle ha invertido en distintas empresas químicas con una inversión total de 4.600 millones de dólares.
A Gates le gusta invertir en sus amigos…aunque a veces le trae problemas. Uno de los amigos más conocidos de Bill Gates es el también millonario Warren Buffett. El veterano inversor de Omaha hace aportaciones anuales milmillonarias a la fundación de Bill y Melinda Gates, y comparte con él el proyecto filantrópico The Giving Pledge, que busca implicar a otros millonarios en la donación de gran parte de sus fortunas. Gates le devuelve su generosidad apoyando su empresa de inversiones Berkshire Hathaway con 2.400 millones y formó parte de su consejo de administración hasta 2020.
Tal y como reveló Walter Isaacson en la biografía de Elon Musk, la inversión de Gates en acciones de Tesla fue la chispa que detonó de encontronazo entre Bill Gates y Elon Musk que dio al traste con una posible colaboración entre ambos millonarios.
Las mansiones de Bill Gates. A diferencia de Jeff Bezos, que le ha dado por comprar mansiones como si no hubiera un mañana, Bill Gates mantiene un perfil más moderado en este tipo de inversiones inmobiliarias. Su inversión principal es la mansión conocida como Xanadú 2.0 situada en Medina (Washington), construida en una parcela de 48.000 metros cuadrados y valorada en 147 millones de dólares.
Gates también tiene a su nombre una casa de seis dormitorios en Indian Wells (California) y un complejo inmobiliario en Hood Canal (Washington) que ha ido creando a base de adquirir propiedades aledañas.
Promesas incumplidas…por el momento. Una de las promesas de Bill Gates es la de donar al menos el 99% de su fortuna a fines benéficos antes de su muerte. Una cantidad que, pese a ir incrementándose considerablemente a lo largo de los años, todavía queda lejos de cumplirse.
Se estima que, hasta septiembre de 2023, Bill Gates ha donado unos 59.000 millones de dólares a la fundación que creó en 2000 junto a su ex esposa Melinda French Gates, convirtiéndose así en uno de los fondos filantrópicos más grandes con un valor de 67.300 que no deja de crecer año tras año gracias a las aportaciones de su amigo Warren Buffet y a las donaciones de otros millonarios. El objetivo de Gates es aumentar las aportaciones anuales el 50% hasta 2026 alcanzando así los 9.000 millones anuales para esa fecha.
2023 empezaba como un terremoto para las plantillas de las grandes firmas tecnológicas con despidos masivos y reestructuraciones internas. El segundo trimestre del año parecía calmar las aguas con una caída drástica en las cifras de despidos, pero las previsiones económicas para 2024 no son optimistas y algunas empresas ya han sacado la tijera y van a terminar el año con importantes recortes de plantilla. Qualcomm ha anunciado el despido de 1.200 empleados.
Qualcomm vuelve a despedir. Qualcomm es el mayor fabricante de procesadores y chips para móviles, un sector que parecía inmune a los despidos masivos respaldados por años de récords de venta. Según los registros del portal Layoffs, la reestructuración de la compañía se saldó despidiendo a 153 empleados de la central en San Diego en diciembre de 2022, 30 más en mayo de 2023 para su sede en Israel y 84 en junio de 2023 para su sede de San Francisco. Cifras muy inferiores a los miles de despidos que estaban ejecutando en Amazon, Meta, Googleo Microsoft.
Sin embargo, la compañía acaba de hacer público el despido del 2,5% de su plantilla. Unos 1.258 puestos en las sedes de Santa Clara y San Diego. Desde Fortunese apunta a que el mayor grueso de despidos afectará al departamento de ingeniería con 750 despidos, en puestos intermedios y de dirección, pero afectando también a técnicos que deberán abandonar su puesto antes del 13 de diciembre.
Se avecina tormenta económica. Las cifras de Qualcomm en 2023 no están siendo las mejores de los últimos años, con caídas de hasta el 23% en ingresos y una reducción del 52% en los beneficios del trimestre anterior. Las estimaciones económicas para la compañía no son buenas de cara a 2024, lastrado por la caída en ventas del mercado móvil y el resurgimiento de la industria china de los semiconductores.
Akash Palkhiwala, director financiero de Qualcomm, declaraba a Fortune que la compañía esperaba una reducción de ingresos del 19% para finales de este ejercicio fiscal, por lo que son necesarias medidas de contención. “Hasta que veamos señales sostenidas de mejora de los fundamentos, nuestro marco operativo no supone una recuperación inmediata” ha afirmado el ejecutivo.
El bloqueo chino, un gran palo en las ruedas. El mercado chino es uno de los más importantes de la industria de la telefonía móvil y las limitaciones impuestas por Estados Unidos. Qualcomm tiene una gran exposición al mercado chino en sus balances, donde un 63.6% de sus beneficios provienen de las ventas en ese país. El bloqueo de EE.UU a los semiconductores ha causado un gran impacto en las cuentas de la compañía, con pérdidas anuales de 5.260 millones de dólares.
Rusia está preparándose para dar un paso hacia delante previsible. Una parte de las sanciones que ha desplegado la alianza liderada por EEUU persigue impedir que acceda a los semiconductores de vanguardia que diseñan o fabrican NVIDIA, AMD, TSMC, Intel, Samsung, Micron o SK Hynix, entre otras compañías. El propósito del Gobierno estadounidense y sus aliados es detener la utilización de estos chips en el desarrollo de armamento avanzado, aunque la eficacia de las prohibiciones está en entredicho debido a que siguen llegando a Rusia a través de vías de importación paralela.
La presión que están ejerciendo las sanciones sobre la industria tecnológica rusa es similar a la que imponen sobre el sector de los circuitos integrados chino. Sin embargo, el punto de partida de Rusia no es el mismo de China. En absoluto. La industria de los semiconductores del país liderado por Xi Jinping está mucho más desarrollada actualmente que la rusa, lo que ha colocado al país gobernado por Vladímir Putin en una profunda posición de dependencia. Esto es, precisamente, lo que el Gobierno ruso planea corregir.
38.000 millones de dólares para tener sus propios chips de 14 nm en 2030
El control férreo impuesto por la Administración liderada por Putin sobre la información vinculada a sus sectores estratégicos limita mucho la visión que tenemos más allá de las fronteras de Rusia. Aun así, con toda probabilidad su planta de fabricación de semiconductores más avanzada, la de Zelenogrado, está preparada para producir en el mejor de los casos chips de 90 nm. Algunos expertos consideran que, en realidad, solo puede fabricar circuitos integrados de 130 nm, lo que coloca a Rusia en este ámbito muy lejos de China, y, por supuesto, también de EEUU, Taiwán, Corea del Sur o Japón.
El Ministerio de Industria y Comercio ha presentado el borrador de un plan que propone invertir algo más de 38.000 millones de dólares en la industria de los chips rusa
Rusia tiene por delante un desafío titánico, y es evidente que desarrollar sus propios equipos de litografía avanzados, que es lo mismo que está haciendo China, requiere afrontar grandes inversiones. Es justo lo que planea hacer. Y es que el Ministerio de Industria y Comercio ha presentado el borrador de un plan que propone invertir algo más de 38.000 millones de dólares durante lo que queda de década para adquirir la capacidad de fabricar semiconductores de 28 nm en 2027 y de 14 nm en 2030. Puede parecer mucho dinero, pero no lo es.
El desarrollo de equipos litográficos de vanguardia equiparables a las máquinas de ultravioleta profundo (UVP) o ultravioleta extremo (UVE) que fabrica la empresa neerlandesa ASML es un proceso extremadamente complejo, y, por tanto, lento. Además, para poner en contexto la inversión que planea hacer Rusia podemos fijarnos en el coste total de las plantas de semiconductores de vanguardia que está construyendo Intel. Su fábrica de Magdeburgo (Alemania) costará 30.000 millones de euros, y sus dos nuevas fábricas de Arizona (EEUU) requieren una inversión conjunta de 20.000 millones de dólares.
A priori los algo más de 38.000 millones de dólares que planea invertir Rusia en su industria de los chips no serán suficientes para alcanzar sus objetivos a medio plazo. Es importante que valoremos que ese dinero no estará dedicado íntegramente al desarrollo de equipos litográficos; también se destinará a la puesta a punto de nuevos centros de datos, a la formación de personal y a la mercadotecnia, por lo que es razonable asumir que ese presupuesto probablemente no bastará. Aun así, si Rusia consigue lo que se propone y finalmente es capaz de fabricar sus propios chips de 14 nm en 2030 seguirá estando muy lejos de los países de la alianza, que con toda seguridad en ese momento habrán consolidado sus tecnologías de integración de menos de 2 nm.
Que X es el imperio de la desinformación lo tenemos bastante claro. La guerra entre Israel y Palestina no es sino el último ejemplo de cómo la red social de Elon Musk está plagada de publicaciones falsas. Sin embargo, ahora algo ha cambiado. Y no es que esta guerra sea más importante que, por ejemplo, la de Ucrania. Sino que ahora en Europa ya está activado un mecanismo que antes no se tenía.
La Ley de Servicios Digitales (DSA) entra en acción. X (antes Twitter) es uno de los “guardianes de acceso” marcados por la Comisión Europea. Una gran plataforma que tiene como obligaciones una serie de requisitos añadidos, entre ellos la lucha contra la desinformación. Y con la guerra de Israel y Palestina se está comprobando que no se está cumpliendo, donde hay una gran cantidad de mensajes que ofrecen información falsa.
Contra la difusión de “mensajes de odio y contenidos terroristas”. La explicación que expone la Comisión Europea es que en X se estarían difundiendo, según las advertencias que han recibido, mensajes con contenido ilegal como promoción del terrorismo, la violencia y los discursos de odio.
De confirmarse este hecho, X podría enfrentarse a sanciones por parte de la Comisión Europea, según esta contemplado en la nueva Ley de Servicios Digitales que entró en acción el pasado 25 de agosto.
¿Está haciendo X lo suficiente? La Comisión Europea ha abierto una investigación para comprobar si X está respetando sus políticas de uso, en relación a los avisos con los mensajes de contenido ilegal, la gestión de las quejas, la evaluación de riesgos y las medidas para mitigar los riesgos identificados. Una serie de medidas que técnicamente X dispone, pero que, siguiendo la apertura de la investigación, quizás la red social no está aplicando.
Una semana para responder. Elon Musk y X tienen hasta el 18 de octubre para responder cómo están trabajando en el protocolo de respuesta de crisis y hasta el 31 de octubre para responder al resto de medidas que se plantean. Aproximadamente una semana para dar una respuesta suficiente sólida como para contentar a los reguladores.
Una respuesta incompleta puede derivar en multa millonaria. Si la respuesta recibida es “incorrecta, incompleta o puede llevar a confusión”, la Comisión podría activar el procedimiento para multar a X.
Unas multas que según recoge la DSA, son de hasta el 6% de los ingresos anuales de la compañía. Teniendo en cuenta que sus ingresos de los últimos 12 meses hasta junio de 2023 son de 562 millones de dólares, la multa podría ascender hasta unos 32 millones de euros.
Los fabricantes de semiconductores que orbitan alrededor de la alianza liderada por EEUU tienen por delante una papeleta difícil de encarar. Por un lado están obligados a respetar escrupulosamente la regulación de los países en los que operan, y, además, como es lógico, deben proteger su negocio y su actividad económica. El problema para la mayor parte de ellos es que en la coyuntura actual estas dos premisas se oponen hasta el punto de amenazar su integridad a medio plazo.
NVIDIA, AMD, Intel, TSMC, Samsung, SK Hynix o Micron son algunas de las empresas dedicadas al diseño o la fabricación de circuitos integrados que no pueden vender sus soluciones de vanguardia en China o Rusia. Lo tienen expresamente prohibido por los Gobiernos de EEUU, Taiwán y Corea del Sur. El motivo más relevante que esgrimen estas Administraciones es evitar que los países rivales empleen estos semiconductores en la puesta a punto de armamento avanzado.
No obstante, las sanciones no condicionan únicamente el negocio de los fabricantes de chips; también limitan expresamente la actividad comercial de los principales fabricantes de equipos de litografía, como Canon, Nikon, Tokyo Electron o ASML. Y es que no pueden vender sus máquinas de fabricación de circuitos integrados más avanzadas ni a Rusia, ni a China, ni a los países sospechosos de estar alineados con los estados liderados por Vladímir Putin y Xi Jinping.
A los fabricantes de chips no les queda más remedio que nadar en aguas turbulentas
La situación en la que está sumida la compañía neerlandesa ASML, el único fabricante de equipos de litografía que ha sido capaz de producir máquinas de ultravioleta extremo (UVE), es especialmente delicada. 2023 está siendo un buen año para ella. Según sus previsiones sus ventas netas crecerán al menos un 25% comparadas con las que obtuvo en 2022, y en cierta medida estos buenos resultados se amparan en su rendimiento en el mercado chino a pesar de que no puede vender sus máquinas más avanzadas a las empresas chinas.
Peter Wennink no ha dejado escapar la oportunidad de advertir a EEUU y sus aliados que aislar a China completamente no es el camino
Peter Wennink, el director general de ASML, viajó a finales del pasado mes de marzo a China para reunirse con Wang Wentao, el ministro de Comercio, en un claro intento de aliviar la tensión que han desencadenado las sanciones entre su compañía y el Gobierno de Xi Jinping. A ASML le va bien, pero no debemos pasar por alto que el 30% de los pedidos que entregará en el futuro procede de clientes chinos. Lo ha confirmado el propio Wennink, que no ha dejado escapar la oportunidad de advertir a EEUU y sus aliados que aislar a China completamente no es el camino.
Los fabricantes de semiconductores surcoreanos también están teniendo tiranteces con su propio Gobierno, y, sobre todo, con la Administración de EEUU. Para Samsung y SK Hynix el mercado chino es muy importante, y, además, ambas compañías tienen plantas de fabricación de circuitos integrados en suelo chino. Samsung produce chips NAND Flash en Xian, y SK Hynix fabrica circuitos integrados DRAM en Wuxi y NAND Flash en Dalian. Después de una presumiblemente dura negociación ambas empresas han conseguido algo que para ellas es crucial: un permiso especial de la Administración estadounidense para enviar equipos de litografía a sus plantas en China.
El panorama para las empresas estadounidenses, como NVIDIA o Intel, y taiwanesas no es muy diferente. Estas últimas, con TSMC y UMC a la cabeza, han vendido durante los últimos años semiconductores avanzados a las compañías chinas, y ya no pueden hacerlo. No ha trascendido qué impacto están teniendo las prohibiciones en los resultados económicos de estas y otras empresas taiwanesas, pero con toda probabilidad será importante. Hasta ahora los Gobiernos de EEUU y Taiwán se han mostrado inflexibles, y nada parece indicar que el actual clima de tensión vaya a relajarse en el futuro. Ni siquiera tímidamente. Todo lo contrario.
Si no has podido estar atento a las ofertas de los pasado días en Amazon y te has quedado con las ganas de hacerte con alguno de los altavoces o pantallas inteligentes de la gama Echo, no te preocupes, que todavía estás a tiempo. Algunos de ellos todavía mantienen sus precios de la Fiesta de Ofertas Prime, así que te puedes ahorrar un dinero en su compra, sin necesidad de ser suscriptor Prime. Aquí te contamos cuáles son los que siguen disponibles y a qué precios.
Echo Show 15
Comenzamos por el mayor de los dispositivos en oferta, el Echo Show 15, que podremos comprar todavía rebajado, por 208,26 euros, con unos 80 euros de descuento sobre los 289,99 habituales y oficiales. Además, por sólo 10 euros más, a 218,25 euros podemos llevárnoslo con mando incluido, con unos 100 euros de descuento sobre los 319,99 oficiales. Eso sí, en ambos casos, el envío se va a entre 3 y 5 semanas.
Si ya le has echado un ojo, sabrás que hablamos del Echo con pantalla de mayor tamaño, pensado sobre todo para colgar en la pared. Son 15 pulgadas de diagonal y resolución Full H los que ofrece, además de contar con cámara de 5 Mp para hacer vídeollamadas. Es por tanto el más cómodo de la familia para disfrutar de contenidos en streaming de servicios como Amazon Prime Video, Netflix, A3 Player o de otros de audio, como Spotify o Apple Music.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Echo Show 5 tercera generación
Si no necesitamos una pantalla tan grande, también podemos decantarnos por el Echo Show 5 de tercera generación, que sigue rebajado a 52,23 euros sobre los anteriores 69,99 euros. Son 17,76 euros menos, aunque tiene un precio oficial de 109,99 euros.
Con el Echo Show tendremos una pantalla de 5,5 pulgadas en un tamaño ideal por ejemplo para la mesilla de noche o para cuando no vamos sobrados de espacio. Con él podremos hacer videollamadas gracias a su cámara y micrófono integrados. También podremos controlar nuestras cámaras de videovigilancia y por supuesto, ver vídeos o escuchar música.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Echo Studio
Ya en la gama de altavoces de Amazon, seguimos teniendo en oferta el modelo para los sibaritas del sonido, el Echo Studio, que sigue a 179,99 euros, 60 euros de descuento sobre los 239,99 euros habituales.
Este altavoz cuenta con tres drivers de rango medio, con dos pulgadas, más un tweeter de una pulgada y un woofer de 5,25 pulgadas. En total ofrece 330W de potencia y ofrece un DAC de 24 bits así como compatibilidad con Dolby Atmos y 360 Reality Audio de Sony. Además, también es compatible con Zigbee para el control domótico, no conformándose sólo con Alexa.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Echo Dot de 5ª generación
El superventas de la casa también sigue en oferta, y a uno de sus mejores precios. Por sólo 25,62 euros, y con un ahorro de 39,37 euros frente a los 64,99 euros oficiales, podremos hacernos con el polivalente Echo Dot de quinta generación.
En su quinta generación, el Echo Dot nos permite escuchar música, la radio digital o podcasts, como de costumbre, y sigue sirviendo para controlar nuestra instalación domótica y dispositivos compatibles. Con cuatro botones de control en su parte superior, dispone también de un botón dedicado con el que apagar el micrófono para preservar nuestra privacidad. Lo tenemos en oferta en los 3 colores disponibles.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Echo Dot de 5ª generación con reloj
Tampoco ha subido de precio aún el Echo Dot 5ª de generación con reloj. Este modelo puede ser nuestro por 37,93 euros; son unos 37,06 euros menos que los 74,99 habituales.
Con él podremos disfrutar de todas las prestaciones del modelo convencional y además tendremos un práctico reloj siempre a la vista para usarlo como despertador en nuestra mesilla de noche.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Echo Pop
Cerramos la selección con el benjamín de la gama, que no por llegar el último o tener el precio más bajo es menos interesante. El Echo Pop sigue de oferta, por 34 euros menos, podemos comprarlo a 20,99 euros en lugar de los 54,99 euros que cuesta normalmente.
Este pequeño altavoz nos ofrece un mejor audio que el Dot de quinta generación, con un altavoz de 1,95″ a través del que nos ofrece música en alta definición sin pérdidas. Es ideal para aprovechar la calidad de Apple Music, Tidal o Amazon Music Unlimited. Dispone de conectividad WiFi y Bluetooth.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
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Durante meses, mientras la crisis del aceite se hacía más y más profunda, todas las miraban se dirigían a octubre. Al momento exacto en el que la Junta de Andalucía hiciera público la radiografía más precisa del olivar español.
Ya lo tenemos. Y trae buenas (y malas) noticias.
Hablemos del aforo. Aunque hasta hace pocos años era algo poco conocido, el aforo de la producción de la aceituna es, casi con toda seguridad, el informe anual más completo del sector agrícola. Se trata de un análisis técnico (con muchísimos datos sobre el terreno y media docena de modelos estadísticos) para montar una estimación lo suficientemente precisa como para organizar una campaña tan compleja (por extensión espacial, brevedad temporal y movilización de recursos) como la del olivar.
Históricamente, las desviaciones medias entre la producción real con la previsión del aforo no suelen superar el diez por ciento. Y esas desviaciones se explican, fundamentalmente, porque los datos finales dependen de la evolución meteorológica (por ejemplo, si hay o no lluvias hasta la recogida).
¿Por qué es importante? Como digo, el aforo es esencial para el sector porque lo necesita de cara a organizar la campaña, pero hay mucho más. Sus datos son esenciales para orientarse en el mercado internacional del aceite. Lo marca todo: desde los precios de las exportaciones a la gestión de las reservas, pasando, por supuesto, por los movimientos puramente especulativos.
Los datos. Si nos centramos en el olivo de almazara, el aforo marca 550.600 de toneladas. La buena noticia es que es un 7% más que el año pasado. La mala noticia es que es un 46,5% menos que la media de los últimos cinco años.
A efectos prácticos, el resultado es que en las últimas dos campañas hemos sacado más o menos el mismo aceite de oliva que lo que solemos sacar un año normal. Es decir, los datos no son buenos.
Solo a nivel laboral, hablamos de una pérdida de 3 millones de jornales con respecto a la campaña (más normal) de 2021-22. Y como la mayor parte del olivar es de secano, la mayor parte de los productores y trabajadores van a tener problemas para encadenar dos años tan malos.
¿Subirán los precios? Esa es la gran pregunta. En estas circunstancias, un crecimiento del 7% debería traducirse en el fin de la escalada de precios. Y, sin embargo, eso no está claro.
Cuando Deoleo, el mayor comercializador de aceite de oliva del mundo, hizo públicas sus cuentas de lo que llevamos de año explicó que las pérdidas millonarias se debían, esencialmente, a que no habían podido trasladar el crecimiento de los costes al precio final.
Esto tiene sentido, sobre todo, para frenar la sangría de consumidores que están abandonando el aceite de oliva y optando por productos más baratos. El riesgo de destruir para siempre la cultura del aceite de oliva en el país está ahí.
Pero si los productores no ven señales de que la próxima campaña va a ser mejor, frenar la sangría no tiene sentido y desaparecen los incentivos para no trasladar al consumidor todos los costes de producción. Es decir, con un 2024 malo, no es descartable que los precios sigan subiendo.
Un respiro. Pero eso es problema de 2024. Por ahora, lo cierto es que estas estimaciones dan un respiro a los consumidores. Veremos qué pasa cuando vengan las presiones internacionales, pero ahora es un respiro. Que falta nos hace.
En Xataka hemos analizado en profundidad los iPhone 15 y 15 Plus, así como los iPhone 15 Pro y 15 Pro Max. Apple ha dado un importante salto en la familia 15, aunque es más que probable que te estés preguntando cuál es el modelo que más merece la pena.
He podido comparar de primera mano estos cuatro teléfonos y tengo bastante clara la respuesta. Esta comparativa tiene como objetivo abordar las diferencias clave entre los dispositivos y dar una respuesta al lector sobre qué modelo es el más recomendado.
Si tienes especial interés en conocer los apartados más técnicos en profundidad, te recomiendo leer los análisis de cada teléfono, en los que hemos desgranado al máximo nivel cada apartado de los iPhone 15.
Ficha técnica de los iPhone 15 vs iPhone 15 Plus vs iPhone 15 Pro vs iPhone 15 Pro Max
iPhone 15
iPhone 15 Plus
iPhone 15 pro
iphone 15 pro max
Pantalla
OLED 6,1″ Super Retina XDR
2.556 x 1.179 px (460 ppp)
Hasta 2.000 nits
True Tone, HDR
OLED 6,7″ Super Retina XDR
2.796 x 1.290 px (460 ppp)
Hasta 2.000 nits
True Tone, HDR
OLED 6,1″ Super Retina XDR
2556 x 1179 px (460 ppp)
Hasta 2.000 nits
True Tone, HDR
OLED 6,7″ Super Retina XDR
2.796 x 1.290 px (460 ppp)
Hasta 2.000 nits
True Tone, HDR
Procesador
Apple A16 Bionic
Apple A16 Bionic
Apple A17 Pro
Apple A17 Pro
Almacenamiento
128 / 256 / 512 GB
128 / 256 / 512 GB
128 / 256 / 512 GB / 1 TB
256 / 512 GB / 1 TB
Memoria RAM
6 GB
6 GB
8 GB
8 GB
Dimensiones y peso
147,6 x 71,6 x 7,8 mm
171 g
160,9 x 77,8 x 7,8 mm
201 g
146,6 x 70,6 x 8,3 mm
187 g
159,9 x 7,67 x 8,3 mm
221 g
Software
iOS 17
iOS 17
iOS 17
iOS 17
Cámaras traseras
Principal: 48 MP, 26 mm, f/1.6
Ultra gran angular: 12 MP, 13 mm, f/2.4
(Teleobjetivo 2x de 12 MP gracias al sensor Quad Pixel)
Principal: 48 MP, 26 mm, f/1.6
Ultra gran angular: 12 MP, 13 mm, f/2.4
(Teleobjetivo 2x de 12 MP gracias al sensor Quad Pixel)
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Los parecidos
Antes de profundizar en los puntos clave que distancias a unos modelos de otros, vayamos con los parecidos entre ellos. En primer lugar, este año por fin se da el salto tanto a la isla dinámica como al brillo máximo de 2.000 nits en los modelos que no son Pro. El panel no es exactamente idéntico pero en tecnologías (OLED Super Retina XDR), densidad de píxeles y brillo máximo, todos están al mismo nivel.
Comparten también versión de sistema operativo (iOS 17), conectividad 5G, protocolo IP68, Face ID, sensor ultra gran angular de 12 megapíxeles y sistema de UWB de segunda generación. Salvando el iPhone 15 Pro Max, la memoria base sigue siendo de 128 GB para el resto de modelos.
El puerto tipo C también llega este año a toda la familia iPhone (aunque con menos velocidad en los iPhone 15), el destierro definitivo de Lightning. Parecidos en algunos de los puntos clave, aunque bastante distintos en aspectos como el procesador, acabados y cámaras. Veamos ahora qué diferencia a los modelos Pro de los estándar.
Diseño: lo más premium no siempre es lo mejor
iPhone 15 y 15 Pro arriba. iPhone 15 Plus y 15 Pro Max abajo.
Voy a empezar el apartado del diseño por el aspecto que considero más llamativo: el iPhone 15 es, con diferencia, el modelo que mejor sienta en mano. El modelo básico de 6,1 pulgadas es una delicia al tacto. Un dispositivo de tan solo 171 gramos de peso, el más ligero de los cuatro. El aluminio de los laterales, en consonancia con el propio color del cristal trasero, luce espectacular y, el propio cristal de la parte trasera, tiene un acabado mate/rugoso mucho más agradable respecto al cristal de los Pro.
iPhone 15 Pro Max | iPhone 15 Plus. El bisel es prácticamente la mitad de ancho.
Pequeño, ligero y con buen agarre: una combinación prácticamente perfecta. Es cierto que en su parte delantera tenemos unos biseles algo más marcados. En mi opinión, el refinamiento del acabado compensa a todas luces ese milímetro extra en bisel que ganan los Pro.
Respecto al iPhone 15 Plus, las sensaciones son buenas, pero el enorme tamaño de este dispositivo hace que no sea tan ergonómico. La calidad de construcción es idéntica a la del 15, por lo que no hay mayor pega aquí.
Si hablamos de los iPhone 15 Pro y 15 Pro Max, lo primero que notamos respecto al año pasado es la notable reducción en el peso. Son dispositivos que han adelgazado cerca de 20 gramos, un genial planning de restricción calórica. El titanio hace que estos teléfonos se sientan aún más premium y caros, con un cristal trasero que no atrae demasiadas huellas.
iPhone 15 Pro Max | iPhone 15.
Ganan asimismo el gran añadido del botón de acción. Este sustituye al clásico interruptor de volumen por una solución programable. Podemos abrir la cámara, ejecutar cualquier tipo de atajo, cambiar de modo de concentración, etc. En mi opinión, es un salto hacia adelante. Los usuarios que le quieran sacar partido encontrarán en él todo un mundo de personalización y funciones. Los que no quieran complicarse no tienen más que dejar pulsado el botón durante un segundo para silenciar/poner en sonido su iPhone.
No es un milagro. Es el puerto USB-C en los iPhone.
No es exclusivo el avance que observamos al mirar estos dispositivos desde el marco inferior: el puerto USB-C. Aquí la única diferencia es el estándar USB 3.2 utilizado en los modelos Pro, con hasta 10 Gbps de velocidad de transferencia. Salvo que sea capital para ti el transferir archivos mediante cable, esta es una diferencia completamente irrelevante en el día a día.
El ganador en diseño para mí es el iPhone 15. No es el más premium, pero sí el más cómodo, el más ligero, el que tiene el cristal más limpio y agradable y el más orientado a un público generalista.
Este año las diferencias en pantalla se resumen de forma bastante rápida. Los cuatro tienen la misma calidad general, aunque los iPhone 15 se quedan sin ProMotion. La tasa de refresco adaptativa de Apple sigue estando restringida a los modelos Pro, moviéndose los 15 tan solo a 60 Hz.
La falta de 120 Hz es una herejía para los más techies. En el mundo más mainstream de las ventas masivas (al que apunta Apple), no supone mayor problema para el consumidor
¿Se nota Como usuario avanzado entono un claro sí. Pensando en un consumidor medio… no lo tengo tan claro. No hay forma de justificar los 60 Hz en teléfonos que rondan los 1.000 euros, pero tengo bastante claro que no es un argumento lo suficientemente sólido para dejar de recomendar estos teléfonos al grueso de usuarios Apple.
Por lo demás, el salto a los 2.000 nits se nota, mucho. Que el iPhone 15 más económico tenga el mismo brillo máximo bajo el sol que un Pro Max de 1.469 euros es la mejor noticia posible. También lo es que todos tengan la isla dinámica, haciendo que los iPhone de entrada no tengan esa diferencia estética que los hacía lucir como dispositivos de generación pasada.
Sobre el rendimiento, apuntar que las diferencias entre el Apple A16 Bionic y el A17 Pro son mínimas, siendo sencillamente imposible encontrar diferencias en los juegos actuales y tiempos de apertura de las aplicaciones. Si te preocupa el tema del calor, apuntar que en mi experiencia no hay una diferencia notable entre los 15 Pro y 15.
En el momento en el que realizo esta comparativa todos están actualizados a iOS 17.0.3, actualización que a priori parece haber solventando los problemas térmicos. Al menos en mi experiencia, se notan bastante más frescos que en los análisis iniciales.
Autonomía: un aplastante ganador
El tamaño jugará un papel clave en lo respectivo a la autonomía.
En autonomía hay un claro ganador: el iPhone 15 Plus. Este teléfono es sencillamente incombustible y es el único con el que se pueden sobrepasar las 10 horas de pantalla. Le sigue el iPhone 15 Pro Max con alguna hora menos de pantalla (cerca de 1:30h menos), pero unas cifras también espectaculares.
Los iPhone “no Pro” duran más. ProMotion es eficiente, pero no subir jamás a 120 Hz se nota
El tercer puesto es para el iPhone 15, con una autonomía superior a la del iPhone 15 Pro. Este dispositivo es capaz de lograr cerca de una hora de pantalla extra, sobre un 15% más de batería al final del día respecto a su hermano mayor. Queda el iPhone 15, bajo mi uso, cerca de las siete horas de pantalla, frente a las seis del modelo Pro.
Con este último estoy algo decepcionado. Ronda estas seis horas de pantalla en uso mixto, pero si le apretamos las tuercas es fácil que baje a las cinco. Es un consumo algo pobre para un teléfono de la gama más alta.
Respecto a la carga rápida, todos son capaces de llegar al 50% de capacidad en media hora. Esto se logra con unos modelos Pro Max y Plus que cargan ligeramente más rápido el primer tramo. El problema viene pasado el 80%. La carga por goteo es eterna, demorando prácticamente una hora en llenarse. El resultado son más de dos horas de carga para cada dispositivo.
Cámara: empiezo a dejar de sorprenderme con lo que sucede aquí
Aunque los iPhone 15 y 15 Pro compartan la resolución de 48 megapíxeles, conviene saber que los primeros tienen un sensor más pequeño. En otras palabras, los iPhone 15 Pro tienen el mismo sensor de 48 megapíxeles que vimos en los iPhone 14 Pro, pero los iPhone 15 tienen un nuevo sensor más pequeño que no habíamos visto hasta ahora.
Curiosamente, la lente de los iPhone 15 es más luminosa: hablamos de una apertura f/1.6 en los modelos base frente a una f/1.8 en los modelos Pro. No sucede lo mismo en el ultra gran angular, donde los modelos Pro tienen una f/2.2 frente a la f/2.4 de los iPhone 15.
Si quieres conocer el comportamiento a fondo de estas cámaras, te recomendamos los correspondientes análisis en los que las hemos desgranado al milímetro. No obstante, voy a contarte cuáles son las principales diferencias palpables entre estas cámaras.
iPhone 15 Pro Max | iPhone 15.
Si recortamos a más del 100% y sacamos la lupa, vemos algunas zonas más nítidas en el iPhone 15 Pro Max.
Con el sensor principal seré claro: es una tarea más que ardua notar diferencias. Cada año me toca comparar las cámaras de los cuatro modelos de Apple y tengo más que comprobado que, pese las diferencias en sensor, las diferencias son sencillamente imperceptibles para el usuario medio. Tanto es así este año, que el propio iPhone 15 logra hacer (en ocasiones) mejores fotos que los Pro.
En la misma fotografía que he tomado como ejemplo, en la zona del césped sí que se deja notar (si sacas la lupa a un nivel prácticamente enfermizo) algo más de músculo en el sensor. No obstante, hay otras zonas de la imagen más nítidas en el iPhone 15.
iPhone 15 Pro Max | iPhone 15.
La imagen del iPhone 15 tiene mucha más información en las sombras.
Es algo que he notado principalmente en el punto débil de los Pro: el tratamiento de las sombras. La lente más luminosa parece ayudar (en algunas ocasiones) a los iPhone 15 y 15 Plus a rescatar información extra en las zonas más apagadas. Respecto a los cielos, los cuatro teléfonos cuentan con la última generación de Smart HDR, así que no hay diferencias palpables en rango dinámico.
Respecto al zoom, los modelos Pro toman la ventaja. El claro ganador aquí es el iPhone 15 Pro Max, con un teleobjetivo 5x que es una verdadera delicia. Le sigue el zoom 3x del iPhone 15 Pro, mientras que los iPhone 15 se conforman con un zoom digital 2x lossless.
En ultra gran angular, pese a las diferencias en la lente, las diferencias no son demasiado palpables. Esta cámara es el punto débil de estos iPhone.
¿Qué iPhone 15 me compro?
Esta generación lo tengo más claro que nunca: los modelos básicos son la mejor compra. El iPhone 15, por 959 euros, sigue siendo más potente que buena parte de los teléfonos de gama alta actual. Tiene un sistema de cámaras que, salvando el teleobjetivo, no tiene nada que envidiarle a los iPhone más caros, el panel cuenta con 2.000 nits reales y, salvo la concesión de no contar con ProMotion, es uno de los mejores teléfonos de la actualidad.
Los iPhone más económicos son la mejor alternativa este año. Sobre todo el iPhone 15 Plus
Si lo que buscas es autonomía, el Plus es la mejor apuesta. Es la mejor batería en la familia iPhone 15 y, pese a ser un teléfono enorme, apenas ronda los 200 gramos de peso. Equilibrado, a un precio relativamente contenido y con un largo ciclo de vida.
Respecto a los modelos Pro, la compra más acertada es el Pro Max: el teleobjetivo 5x marca un antes y un después en las capacidades de zoom de los iPhone. El iPhone 15 Pro queda en una posición algo más desfavorable. Su autonomía es algo justa, el teleobjetivo 3x no está tan lejos del 2x lossless de los iPhone 15 y la diferencia en precio respecto al iPhone 15 es notable.