Si el plan del Instituto de Física Aplicada de Shanghái sigue su curso, y nada parece indicar que no vaya a ser así, en 2024 entrará en operación el primer reactor nuclear de sales fundidas y torio del planeta. El TMSR-LF1, que es como se llama esta máquina, recibió el visto bueno de la Administración China de Seguridad Nuclear a mediados del pasado mes de junio y después de que las pruebas iniciadas en 2021 finalizasen con éxito.
Este reactor nuclear se encuentra en el complejo industrial Minqin de la provincia de Gansu, en el norte de China. Tiene una potencia de 2 megavatios térmicos (MWt), y, aunque no será el primer reactor nuclear de cuarta generación en actividad, y tampoco el primero que utilizará torio como combustible, sí será el primero de sales fundidas que empleará este elemento químico. No obstante, la ambición de este país asiático no termina aquí; ya planea construir un reactor de sales fundidas y torio de más capacidad para 2030.
China no es el único país que apuesta por esta tecnología. EEUU, Francia o India son algunos de los que también han invertido en programas de investigación que persiguen llevar a buen puerto el desarrollo de reactores nucleares capaces de generar electricidad a partir del torio. El de India en particular es interesante porque pretende demostrar la viabilidad de los ciclos de combustible basados en torio en el contexto del proyecto de su reactor avanzado de agua pesada. Esta tecnología aún está lejos de ser adoptada de una forma generalizada, pero sus ventajas la vinculan estrechamente al futuro de la energía nuclear.
Estas son las bazas de los reactores nucleares de sales fundidas y torio
Foro Nuclear estima que nuestro planeta aglutina aproximadamente 12 millones de toneladas de torio, por lo que este elemento químico es tres veces más abundante en la corteza terrestre que el uranio utilizado como combustible en las actuales centrales nucleares. Los mayores depósitos residen en China, Brasil, Canadá, Australia, EEUU, Groenlandia, Rusia, Noruega, Sudáfrica y Venezuela, aunque las prospecciones reflejan que el país que más torio tiene es, precisamente, uno de los que más está invirtiendo en el desarrollo de reactores capaces de utilizarlo: India.
Los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los instalados en las centrales nucleares en operación
Otro punto a su favor consiste en que resulta tan fácil de extraer como el uranio, pero tiene el inconveniente de que no es directamente fisible. Es necesario introducirlo en un reactor que fabrique uranio a partir de torio, y lo que produce no es uranio-235, es uranio-233, pero lo importante es que es fisible. Una vez que se ha producido este uranio se puede introducir en un reactor convencional como los que tenemos en España, que no podría funcionar con torio, pero sí con un derivado de ese elemento. Además, los expertos aseguran que los reactores nucleares de sales fundidas son más seguros que los reactores instalados en las centrales nucleares que se encuentran actualmente en operación.
Dos de las razones son que utilizan como refrigerante sales de fluoruro de litio y berilio a muy baja presión, y el combustible permanece disuelto bajo la forma de sal, por lo que es muy improbable que un accidente pudiese desencadenar la fusión del núcleo del reactor. Otra cualidad de estos reactores que merece la pena que no pasemos por alto consiste en que su arquitectura permite instalarlos bajo tierra, lo que, de nuevo, incrementa su seguridad. Pero esto no es todo. Otra característica peculiar y positiva de estos reactores consiste en que permiten recargar el combustible mientras se mantienen en funcionamiento.
Y, además, el hecho de que no necesiten agua para mantener el núcleo refrigerado posibilita que sean instalados en regiones en las que el agua escasea, o, sencillamente, en zonas en las que no hay un río y tampoco están próximas al mar. Esta es una de las razones por las que, precisamente, China está invirtiendo en el desarrollo de esta tecnología como un medio para construir centrales nucleares de cuarta generación en las regiones más remotas y áridas del país.
También merece la pena que no pasemos por alto que los residuos radiactivos que generan tienen un periodo de semidesintegración mucho más corto que el de los residuos de los reactores que emplean uranio, lo que facilita, lógicamente, su gestión. Y, además, los reactores de sales fundidas utilizan menos combustible debido a que la eficiencia del torio es mucho más alta que la del uranio. Prácticamente todo el combustible se ve involucrado en la fisión nuclear, por lo que su aprovechamiento, en teoría, es máximo.
La tienda de Huawei justo en plena Gran Vía de Madrid era la más grande del mundo de la marca. “España es uno de los mercados más importantes de Huawei”, describían desde el fabricante. Pero la situación de la compañía ha cambiado desde entonces y eso requiere tomar decisiones.
Huawei confirma ajustes para España. Tras unas semanas donde se ha debatido sobre la delicada situación de la compañía en Europa y en nuestro país, Huawei ha emitido un comunicado donde resume sus cambios:
“Huawei España ha realizado recientemente algunos ajustes empresariales, centrándose en los negocios clave de Huawei Consumer BG para adaptarse a las cambiantes necesidades del mercado local. Los consumidores siguen estando en el centro de lo que hacemos. Nos centraremos y reforzaremos nuestro mercado de venta online de Huawei en nuestra página web y el apoyo de nuestros canales de venta. Seguimos comprometidos en impulsar la innovación para ofrecer experiencias inteligentes, así como en ofrecer productos de alta calidad en todos los escenarios y servicios postventa a los consumidores”.
Adiós retail propio, refuerzo de los canales de venta. La nueva estrategia de Huawei en España pasa por cerrar sus tiendas físicas propias y centrarse en los canales de venta que más le están funcionando. Por un lado la venta online a través de su propia web y por otro lado la venta física a través de vendedores como MediaMarkt o El Corte Inglés.
Huawei por tanto sigue cumpliendo con la promesa de Pablo Wang, ex-director de Consumo de Huawei España, donde aseguraba a Xataka que “Huawei va a seguir en este mercado sí o sí”. La principal diferencia es que no lo hará a través de sus tiendas propias, pero seguirá vendiendo sus productos y ofreciendo la respectiva atención al cliente.
Confiando en el resurgir. Huawei llegó a colocarse como el principal vendedor de teléfonos móviles en nuestro país, pero tras el bloqueo de Estados Unidos, el fabricante se ha centrado en otras áreas de su catálogo como los portátiles o los dispositivos de sonido.
Pese a ello, desde Huawei confían en recuperar terreno también en el sector de los smartphones. Este verano hemos conocido que vuelven a tener teléfonos 5G y el Mate 60 Pro está teniendo una gran recepción.
El movimiento lógico. La tienda de Madrid tenía varias plantas y 1.100 metros cuadrados. Un enorme ‘Espacio Huawei’ donde poder ver todos sus productos y recibir atención personalizada. En el momento de su inauguración, en 2019, era una tienda que encajaba con el rol que tenía Huawei en el mercado español. Pero un veto global y una pandemia han cambiado por completo la imagen.
Huawei ha optado por realizar despidos en su plantilla en España y cerrar el pasado mes de agosto sus dos tiendas más emblemáticas, las ‘flagship store’ de la Gran Vía de Madrid y de Plaça Catalunya en Barcelona.
Es momento de centrarse en la venta online y a través de distribuidores, un modelo que siguen la mayoría de marcas de tecnología y que encaja mejor con la situación en el mercado que dispone ahora Huawei.
Ayer efectivamente la actualización comenzó a desplegarse entre los usuarios de Windows 11, pero los editores de Xataka que intentamos realizarla descubrimos que no podíamos acceder a Copilot. ¿Habíamos hecho algo mal? No. Simplemente estas funciones no están aún disponibles en España ni en Europa.
Los propios responsables de Microsoft explicaban en un artículo en su blog los pasos para poder disfrutar de “las últimas innovaciones de Windows 11”, que estará disponible para quienes ya dispongan en sus equipos de Windows 11 en su versión 22H2 —la gran actualización del año pasado—.
Es la actualización a Windows 11 2023 Update (versión 23H2) la que incluye las últimas mejoras en aplicaciones y, sobre todo, el esperado Copilot. Este asistente integrado en el sistema operativo permite acelerar todo tipo de tareas al trabajar con un PC con Windows y con las aplicaciones y servicios que usamos en él.
Sin embargo, el lanzamiento de la actualización en general y la disponibilidad de Copilot en particular no serán tan inmediata como nos gustaría. Tanto mis compañeros como yo hemos visto como la actualización que nos ha aparecido de momento es acumulativa —en concreto, la KB5030310—, como tantas otras anteriores los últimos meses.
¿Qué hacer para obtener la última gran actualización a Windows 11 23H2 y con ella el Copilot? De momento solo podemos hacer una cosa: esperar. En Xataka nos hemos puesto en contacto con Microsoft y nos explican el proceso. Para empezar, el despliegue será gradual y ciertos mercados serán los primeros en recibir estas mejoras.
En concreto, explican en Microsoft, “los mercados iniciales para la versión preliminar de Copilot en Windows incluyen Norteamérica y partes de Asia y Sudamérica”.
Sin embargo, aclaran, “el Espacio Económico Europeo (EEE) estará disponible en cuanto podamos ofrecer un servicio que cumpla las normas del EEE“. Los responsables de la empresa destacan que su objetivo es que “Copilot en Windows esté disponible en el EEE lo antes posible”.
¿Cuál es el obstáculo? La regulación europea y, en concreto, la DMA o Ley de Mercados Digitales, que convierte a las empresas en guardianas de nuestros datos. Tanto la DMA como la DSA entraron en vigor el pasado 1 de noviembre de 2022, pero se han empezado a aplicar realmente en mayo de este año, y afecta entre otras cosas al despliegue de servicios como Copilot.
Es por eso por lo que en Microsoft explican que “estamos trabajando con un calendario ambicioso para llevar Copilot para Windows al EEE en pleno cumplimiento de la DMA y seguiremos colaborando con la Comisión Europea a medida que avancen estos esfuerzos de cumplimiento”.
La firma concluye aclarando que ha empezado a “probar y aplicar cambios para que los servicios designados cumplan plenamente la Ley de Mercados Digitales de la UE antes de marzo de 2024“. Por tanto, esa parece ser la fecha límite en la que recibiremos tanto la actualización como Copilot. Es posible no obstante que ambas opciones lleguen de hecho antes, y cuando lo hagan, estaremos atentos.
Han pasado 16 años desde que se anunció un iPhone que lo cambió todo. El mundo no ha parado de usar y hablar de smartphones desde entonces, pero estos dispositivos hardware pueden tener ahora un sustituto a la vista. No lo fueron las tabletas ni los relojes, y puede que no lo sean tampoco las Vision Pro de Apple. Hay quien cree que el próximo dispositivo hardware que lo revolucionará todo será un aún indefinido dispositivo hardware para la IA. En OpenAI ya están explorando esa opción.
Qué ha pasado. Según indican en The Information, Sam Altman —CEO de OpenAI— y Jony Ive —que fue máximo responsable de diseño hardware en Apple— se han reunido en varias ocasiones para hablar de un nuevo dispositivo de inteligencia artificial.
Cero pistas de futuro. Por ahora no se conoce el alcance de esas discusiones y si se ha perfilado algún detalle sobre el formato de ese dispositivo, así que todo son incógnitas al respecto.
Softbank, interesada. Esta empresa japonesa lleva años inmersa en el campo de la inversión en startups y gigantes tecnológicos. Su CEO, Masayoshi Son, ha participado también en algunos aspectos de estas conversaciones, aunque no está claro si seguirá involucrado en este proyecto.
Smartphones obsoletos. Parece difícil pensar en que un dispositivo logre desbancar al smartphone que se ha convertido en inseparable para la mayoría de seres humanos. Jessica Lessin, editora en The Information, explicaba en X que “la inteligencia artificial va a hacer que el hardware [actual] como tal quede obsoleto y hará cambiar de forma fundamental las interfaces [de usuario]”.
¿Gafas? ¿Clips? ¿Otra cosa La función y forma de ese hipotético dispositivo son por supuesto misterios a resolver. Ese futuro dispositivo hardware de IA podría ser una evolución de los dispositivos actuales: el iPhone lo fue de los móviles que existían entonces.
De lo táctil a… cualquier otra cosa. En aquel caso hubo un cambio espectacular de interfaz —del teclado físico y los pequeños josticks al control táctil— y Apple pretende hacer algo parecido con las gafas que siguen nuestra mirada y que nos permiten hacer gestos con las manos. Humane, la startup creada por exempleados de Apple, mostró en abril su “clip de IA” que proyectaba información en una mano mientras hablábamos con ella. ¿Será la voz la próxima interfaz? ¿La vista ¿Quizás un dispositivo que nos “lea” el pensamiento, como ya comienzan a hacer soluciones pensadas para enfermos con ELA o parálisis?
Hacer hardware es muy difícil. Sea como fuere, estas conversaciones, aunque interesantes, son por ahora eso. La participación de Jony Ive es llamativa por su foco en la forma de los dispositivos, pero llevar a buen fin un producto hardware es realmente complejo. Hacer que acabe siendo disruptivo lo es aún más. La IA es ya una pequeña revolución en su apartado software. Veremos si efectivamente puede plantear una en el terreno hardware.
El plátano tal y como lo conocemos tiene los días contados y no es un secreto. Desde hace años, productores, comercializadores e investigadores están obsesionados en encontrar una solución para una amenaza (casi inminente). Y no, no es una forma de hablar.
Mientras escribo esto, por ejemplo, dos científicos belgas están en mitad de la selva tropical australiana en busca de un plátano pequeño y lleno de semillas. En él, quizás está el futuro de una de las frutas más consumidas del mundo.
El fantasma del Gros Michel. Pero empecemos por el contexto: hasta mitad de siglo XX, la variedad de plátano más consumida en el mundo era la Gros Michel. Había un enorme mercado internacional en torno a la banana y el futuro parecía próspero para agricultores, comerciantes y consumidores. Todo esto lo truncó un hongo.
En torno a los años 50, la enfermedad de Panamá empezó a devastar las plantaciones de Gros Michel y, en menos de una década, acabó con la variedad hasta tal punto que hoy es prácticamente imposible de encontrarlo. Solo hubo algo que nos salvó de la catástrofe: el Cavendish, un plátano que tenía muchas virtudes, sí; pero, sobre todo, era resistente a la enfermedad.
Hoy por hoy, más del 95% de los plátanos comerciales del mundo es Cavendish.
La historia se repite. En los últimos años, han surgido plagas que afectan a los Cavendish. Por ejemplo, la sigatoka negra. Una enfermedad que “ennegrece las hojas, imposibilita la fotosíntesis y reduce a más de la mitad el rendimiento de las plantaciones”; una, además, muy difícil de combatir.
Pero lo más preocupante, sin lugar a dudas, es la vuelta de la enfermedad de Panamá. Más concretamente, la de una variedad del hongo maldito (la Tropical Race 4) que sí afecta al Cavendish. La TR4 ya ha arrasado las plantaciones del sureste asiático y es cuestión de tiempo que cruce el Atlántico. Todo el mundo lo sabe.
¿Y ahora qué? La opción más viable parecer ser la misma que en los años 60: buscar otras variedades. Eso están haciendo los dos investigadores de los que hablaba al principio. Y, por eso mismo, sorprende que estén en Australia (donde hay dos variedades silvestres) y no un poquito más al norte, en Papúa Nueva Guinea (donde hay diez).
El problema es que es difícil. “Para otros cultivos, es más fácil desarrollar una nueva especie”, explicaba Bart Panis, científico de la Alianza Internacional para la Biodiversidad y el Centro Internacional de Agricultura Tropical. “Como la mayoría de las otras plantas son fértiles, tienen semillas, podemos cruzarlas”. Pero el plátano comestible es estéril; es decir, no nos sirve. Hay que recurrir a los plátanos primigenios y cruzar los dedos.
Eso hacen Janssens y Panis: un enorme mapa de la diversidad genética de los plátanos sobre el que dibujar una hoja de ruta que asegure “una posible resistencia a las enfermedades o tolerancia a la sequía” (otro de los grandes problemas del Cavendish). ¿Tendrán éxito? Nadie lo sabe. Pero si queremos un futuro para el plátano, ojalá lo tengan.
Tan solo un par de días después de que se celebrara el preacuerdo al que ha llegado la industria del cine y el sindicato de guionistas, después de 146 días de huelga, tenemos acceso al contrato específico que han firmado ambas partes. Contemplándolo es fácil entender la satisfacción que expresaba la WGA ante los logros conseguidos: prácticamente todas sus demandas han sido satisfechas en su totalidad.
Vamos a repasar los puntos esenciales del trato y qué suponen para las partes, aunque hay una conclusión clara. Teniendo en cuenta que los guionistas apenas han cedido en su exigencias y que el paro de casi cinco meses ha costado a Hollywood en torno a 5.000 millones de dólares, está claro que la huelga ha ido al punto que más duele a los productores, y el único que no pueden sostener en el tiempo: el gasto continuo. Cabe pensar que no solo la huelga de actores puede estar cercana a su fin, sino que muchos otros sectores del entretenimiento (se hablaba actores de videojuegos) iniciarán sus propios paros.
Residuals y audiencias
Uno de los puntos clave de la huelga: los escasísimos residuals (bonificaciones económicas que se reciben con el éxito de una producción) que las plataformas de streaming dan a los equipos. Es uno de los puntos que ha convertido a Netflix en una de las grandes némesis del sindicato en este enfrentamiento, y hace referencia a series de alto presupuesto (en el caso de Netflix, HBO o Prime Video, casi todas: las que superan los 30 millones de dólares) y producidas exclusivamente para streaming (es decir, no importadas de lineal o cable).
La bonificación estará entre los 9.000 y 16.400 dólares por los episodios de televisión y en 40.500 dólares por las películas, en los títulos (estrenados después del 1 d enero de 2024) vistos por el 20% o más de los abonados estadounidenses del servicio en los primeros 90 días de su estreno, y también en los primeros 90 días de cualquier año posterior. Usar el porcentaje y no cifras absolutas permite poner a la misma escala plataformas de distinto tamaño. También se calcularán residuals para producciones fuera de EE.UU.
Estas audiencias se comunicarán a los guionistas bajo contratos de confidencialidad, así que salvo filtraciones ocasionales, a este lado de la cadena de producción seguiremos sin saber nada de las audiencias de las plataformas. Está claro que los popes del streaming no están nada contentos con la idea de combartir sus datos, que siempre anuncian de forma parcial y sin contraste por parte de medidores neutrales.
Cotos al uso de la IA generativa
Prácticamente no había legislación en este sentido, así que ha habido que discutir todas las nuevas disposiciones sobre la IA prácticamente de cero, empezando por la posibilidad de prohibir que se emplee el trabajo de un guionista para entrenar IAs. Principalmente y por encima de todo, la IA no podrá escribir ni reescribir material de un guionista
Además, los productos generados con IA no se pueden considerar material original, así que no puede funcionar en perjuicio del material creado por un guionista. Aunque un guionista puede emplear la IA para su trabajo si así lo considera, al contrario no: la empresa no puede obligar al guionista a que use a la IA para escribir. Del mismo modo, el guionista tendrá derecho a ser informado acerca de si cualquier material que recibe ha sido generado por IA.
Plantilla mínima en la sala de guionistas
Este apartado del trato hace referencia al mínimo de personas que tienen que trabajar en una serie. El mínimo a contratar será de tres guionistas-productores (uno de ellos puede ser el showrunner, y deben permanecer en la producción un mínimo de 20 semanas) así como un número variable de guionistas junior o de plantilla: cinco para series de entre 7 y 12, seis para las de 13 episodios o más. La excepción está en las series que explicitamente tienen por contrato a un solo guionista. Por cierto: es la primera vez que se formaliza de este modo la figura del showrunner.
Otro gran avance frente a una costumbre que facilitaba la explotación de los guionistas: cuando haya que reescribir una o varias veces un guión, los guionistas recibirán un segundo pago. La AMPTP quería que esta condición, que sin duda supondrá un considerable gasto para las arcas de las productoras, se aplicara solo a guiones completamente originales, pero el sindicato temía que esta decisión hiciera que proliferaran remakes o reboots para escapar de ese segundo pago.
Trabajos en equipo
Hasta ahora, los honorarios para los equipos de guionistas se repartían entre los miembros del equipo de dos, tres o los que fueran. Es decir, se pagaba por trabajo, independientemente de cuántas personas conformaran un equipo. Ahora, a efectos de las prestaciones sanitarias y la jubilación, se acredita a cada guionista la totalidad de los honorarios. Es decir, siguen cobrando lo mismo, pero fiscalmente se acredita a cada uno por su trabajo completo.
La popularidad de WhatsApp hace que cualquier posible novedad en esta plataforma de mensajería sea rápidamente motivo de disusión. Hace tiempo que se viene hablando de un potencial “triple check” en WhatsApp.
Esos rumores han reaparecido estos últimos días, pero son falsos. No hay ni confirmación oficial por parte de WhatsApp —cuyos responsables ya negaron esa posibilidad hace meses—, ni han aparecido tampoco indicios de que pueda ser una opción de futuro, algo que probablemente se había destapado en los análisis de versiones beta que aparecen con frecuencia.
Los “checks” o “ticks” de WhatsApp siempre han sido una valiosa ayuda para sus usuarios. Del símbolo original pasamos en 2012 a descubrir cómo aparecía un misterioso doble check en los mensajes de WhatsApp.
Nadie tenía entonces demasiado claro qué significaba, y la gente creía que se recibía cuando el receptor había leído el mensaje.
Los propios responsables de WhatsApp tuvieron que aclararlo en Twitter (ahora X): lo único que significaba el doble “checkmark” era que el mensaje había sido enviado al dispositivo del receptor, sin más. Solo se confirmaba que había sido leído cuando el doble check pasaba a tener color azul, una característica que llegó en 2014.
El nuevo rumor apuntaba desde hace meses a que esta plataforma estaría preparando un tercer check. ¿Para qué se usaría Teóricamente, para mostrar que se ha hecho una captura de la pantalla de la conversación.
La opción estaría disponible tanto en conversaciones con una persona como en los grupos de WhatsApp, y como decimos permitiría saber a los participantes del chat si uno de los otros participantes había guardado una imagen de esas sesiones. Aunque las capturas se pueden hacer, no hay ninguna señal que indique a los participantes de un chat que eso se ha hecho, y no parece haber planes de que eso cambie.
Ya en 2022 WhatsApp respondió a una usuaria que preguntaba por esa opción. Según los responsables de la plataforma, el rumor estaba circulando en Twitter y “no es verdad”. La característica no ha aparecido jamás ni en las informaciones oficiales de WhatsApp ni en ninguna versión beta, que suelen ser las que nos descubren futuras opciones del servicio que luego llegarán a todos los usuarios.
HP DragonFly G4, análisis: un ultrabook de manual con el que trabajar en cualquier sitio es un placer
El mundo de los tablets con teclado de gama alta busca desde hace años ocupar el terreno de los ultrabooks esgrimiendo dos argumentos sólidos: autonomía y portabilidad máxima.
El nuevo HP DragonFly G4 echa por tierra de un solo golpe esos dos argumentos porque hablamos de un ultrabook de menos de 1 kg de peso y que además ofrece una extensa autonomía. Por si fuera poco, ofrece un diseño fantástico y algo con lo que los tablets de gama alta todavía no pueden ni soñar: un sistema operativo plenamente funcional para trabajadores en movilidad.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Ligero como ninguno, delgado como pocos
En el segmento de los ultrabooks de gama alta para el sector profesional no encontramos muchos modelos de referencia y que generación tras generación marquen diferencias y sean recordados como auténticas sagas.
El HP DragonFly se ha ganado el derecho a ser considerado como una auténtica saga de ultrabooks de referencia para el mercado profesional
Los Lenovo ThinkPad X1 Carbon son de las pocas familias que lo ha conseguido pero en los DragonFly de HP se han encontrado con un rival tremendamente difícil de batir.
El HP DragonFly G4 es ya la cuarta generación de este modelo de ultrabook profesional y en nuestro análisis de la versión de 2023 ha confirmado el buen camino tomado ya desde el primer modelo.
Para empezar, HP ha perfeccionado la idea de diseño detrás de su ultrabook DragonFly hasta conseguir la maravilla de este año. El HP DragonFly G4 pesa 0.99 kilogramos, es muy compacto y su grosor es de solo 1.64 cm.
Pero las cifras no deben despistarnos y al tenerlo en mano, cada biselado de cada una de sus dimensiones contribuye a que la sensación final sea todavía de menos peso, grosor y dimensiones globales. Tal es el caso que incluso el puerto USB-A que incluye requiere del despliegue mediante pestaña porque no hay grosor suficiente para él.
Todos los detalles, desde los bordes biselados hasta el uso de aleación de magnesio para la carcasa, contribuyen a que el HP DragonFly G4 sea uno de los equipos más cómodos y atractivos del sector profesional
El modelo de HP DragonFly G4 que hemos analizado en Xataka es en tono azul oscuro. Es un acierto por su elegancia y el acabado mate del que presume, bastante limpio con el paso del tiempo y además abarca todos los elementos del diseño, interior y teclado incluidos. El cuerpo está fabricado en una sola pieza de aleación de magnesio.
Por lo compacto y delgado del diseño del HP DragonFly G4, la elección de su conectividad era un asunto de estado nada desdeñable. HP lo ha resuelto al estilo del rey Salomón: un poco para todos.
En sus dos laterales encontramos una conectividad de lo más variada. Lo más importante es la presencia de dos puertos USB-C Thunderbolt 4 con DisplayPort 1.4 y además suministro de energía por USB. Desde ambos se puede proceder a la carga del equipo, que no cuenta con cargador propietario. Cada uno de ellos está acertadamente colocado en laterales diferentes.
Además de estos dos puertos principales, en el lateral derecho encontramos un USB-A, cierre Kensington y el conector combo de audio, mientras que el puerto HDMI 2.1 queda relegado al lateral izquierdo.
La conectividad inalámbrica está perfectamente cubierta con Wi-Fi 6E AX211 (2×2), Bluetooth 5.3, NFC y una ranura para tarjetas nanoSIM.
Pantalla de 13.5 pulgadas aprovechada al máximo
Pese a sus dimensiones reducidas, el HP DragonFly G4 ofrece al consumidor una contundente diagonal de pantalla de 13.5 pulgadas. La sensación espacial se ve reforzada por el uso del formato 4:3, ideal para productividad (y de eso va este ultrabook) así como de unos marcos muy reducidos , especialmente en los laterales.
El formato 4:3 y un brillo alto favorecen el trabajo en movilidad de un equipo que, pese a ser compacto, goza de pantalla de 13.5 pulgadas
La pantalla no es de tipo táctil y cuenta con una resolución WUXGA+ (1920 x 1280 píxeles), quizás su único punto mejorable a nivel técnico pese a que la mayoría del tiempo no hemos tenido la sensación de necesitar más nitidez ni espacio de trabajo.
El panel es de tipo IPS y con tecnología BrightView que despliega un brillo de 400 nits que lo hace muy usable en entornos lumínicos complejos (pero no es lo ideal). También es fiel en la reproducción del color pero no esperes un panel para creativos que buscan un espacio de color DCI-P3 bien cubierto.
En el marco superior de la pantalla encontramos la cámara web de 5 MP y un doble micrófono para videollamadas. En cuestión de privacidad HP acierta al incluir una tecla dedicada para el bloqueo físico de la cámara.
El comportamiento de la webcam en cuanto a calidad de imagen nos ha dejado muy satisfechos, mostrando gran nitidez y buena reproducción del color tal y como le pedimos a un equipo con el que será muy habitual que queramos realizar videollamadas. HP incluye también software de ayuda en las videollamadas como el seguimiento de nuestros ojos.
Una webcam de 5 MP con obturador mecánico es una de las alegrías de este HP DragonFly G4 para quienes usan mucho las videollamadas
En cuanto a la identificación biométrica del equipo, hay para todos. Tenemos compatible de la cámara web con Windows Hello pero además una de las teclas, justo al lado de las de dirección (nada del botón de inicio), está dedicada a ser sensor de huellas. Y funciona de manera bastante rápida y fiable.
HP siempre ha cuidado el sonido de sus portátiles DragonFly como un mantra pese a que no es lo habitual en ultrabooks de corte laboral. Tenemos un total de cuatro altavoces estéreo firmados por Bang&Olufsen y repartidos en dos zonas del equipo: encima del teclado y en la zona inferior de la carcasa.
El sonido que obtenemos es potente, máxime cuando miramos el pequeño equipo del que proceden, pero lógicamente no podemos pedir milagros a nivel de profundidad de graves y similar. Pero cumplen plenamente con el objetivo del equipo.
Al contrario que otras familias de portátiles, el HP DragonFly G4 puede presumir de que el interior es lo que menos importa a nivel de novedades anuales. Tenemos lógicamente la esperada actualización a nuevos procesadores pero la experiencia con el equipo se mantiene en un notable alto.
El modelo que hemos analizado acoge un procesador Core i7 Core de 13.ª generación, concretamente el Intel Core i7-1355U (hasta 5 GHz con tecnología Intel Turbo Boost, 12 MB de caché L3, 10 núcleos, 12 subprocesos) acompañado de 16 GB de memoria RAM integrada LPDDR5-6400 MHz y una unidad interna SSD de 1 TB PCIe NVMe TLC. Los gráficos son Intel Iris X.
Con esta base podemos gestionar el día a día laboral de manera completamente fluida, por muchas pestañas abiertas o procesos en segundo plano que estemos ejecutando.
En los test sintéticos habituales para estos equipos de prueba en Xataka, el HP DragonFly rozó los 1600 puntos en Single Core y los 7100 puntos en Multi en Cinebench R23. Buenas cifras cuando trabajamos con un solo núcleo pero al entrar en juego la multitarea, este DragonFly queda detrás de rivales de similares características. Pero es algo que a nivel de usuario no podremos apreciar.
La unidad de estado sólido se mostró ideal para este tipo de dispositivo con sus 6500 y 5000 MB/s en modo lectura y escritura en la prueba con Crystaldiskmark.
Del apartado gráfico hay que destacar que con este HP DragonFly G4 podremos “matar” el tiempo con títulos no exigentes con bastantes garantías. En las pruebas sintéticas consiguió algo más de 1600 puntos en la prueba TimeSpy de 3DMark y 1200 en Fire Strike Ultra.
En juegos, con GTA V, a 1080p y máxima calidad no esperes más de 8-9 fps, así que para jugar con al menos 50-60 fps hay que bajar los requisitos a modo Normal.
El sistema de refrigeración del HP DragonFly G4 es activo pero apenas es apreciable. La mayoría del tiempo el equipo permanecerá en silencio absoluto o con un ruido de ventiladores muy bajo y continuo. Solo es apreciable el ruido cuando le exigíamos en los test, y en todo caso no resulta nada molesto.
Para que los ventiladores se activen hay que exigirle mucho al equipo y pese a ello, es un sonido continuo y nada molesto
Tampoco el calor es problema para teclear o manejar el equipo. Salvo una excepción: sobre las rodillas. Justo donde están situados los altavoces inferiores la temperatura puede resultar algo molesta si no ponemos ninguna superficie entre el equipo y nuestro cuerpo.
Pese a ser un equipo de consumo, hay una clara y directa gestión de los modos de uso del equipo asociados a la batería
El HP DragonFly G4 viene bien cargado de software de seguridad y protección de HP, algo muy valorado en el entorno profesional. También cuenta con ayudas para la gestión del equipo en aspectos como la batería, aunque con muchas menos opciones que otras marcas.
La batería del HP DragonFly G4 ofrece una capacidad muy acorde con su propósito: 68 Wh. Esta capacidad le permite al equipo convertirse en un aliado de trabajadores en movilidad.
En nuestra prueba de campo, con brillo alrededor del 50% casi todo el tiempo, trabajo variado muy basado en servicios web y algo de ofimática en local, música de fondo y conectividad todo el tiempo, hemos finalizado todas las jornadas de alrededor de 7-8 horas sin una sola alerta de batería baja. En la prueba de autonomía total, conseguimos alcanzar casi 12 horas de uso real del equipo.
Para la carga vía USB-C, tardaremos más o menos dependiendo de si estamos haciendo uso o no del equipo. Si lo tenemos en reposo y sin uso, en poco más de 80 minutos tendremos la batería de nuevo lista para darle caña.
El cargador, compacto y con cable USB-C trenzado y muy robusto, es de 65W y su única pega es que sufre bastante calentamiento en uso.
Un ejemplo de teclado para equipos pequeños
Por muchos esfuerzos que hagan Samsung, Apple e incluso Microsoft con su Surface Pro 9, el teclado no nativo en los tablets y convertibles está muy lejos de la experiencia que ofrece un portátil de nivel.
El ejemplo más claro lo tenemos en este HP DragonFly G4, cuyo teclado asombra porque uno nunca imagina que, en tan poco espacio, pueda uno disfrutar de una experiencia de escritura tan completa. Lo es tanto por tamaño de las teclas como por recorrido y respuesta. Es además un teclado muy silencioso y fiable.
Es por supuesto retroiluminado, hablamos de gama alta claro, con una visualización muy correcta de noche por el tono oscuro de las teclas. Podemos ajustar de manera manual al intensidad de la iluminación del teclado pero solo con dos niveles, además del apagado.
EL touchpad también nos deja con excelente sabor de boca en todos sus apartados. Es enorme para el tamaño del HP DragonFly G4 y tiene un tacto muy agradable a la par que preciso especialmente en los desplazamientos y gestos.
HP DragonFly G4, la opinión y nota de Xataka
En el sector de los equipos de trabajo en movilidad, los portátiles de gama alta de HP son una elección segura.
Si lo que buscamos es movilidad máxima con garantías en apartados clave como la pantalla, autonomía y especialmente teclado, el HP DragonFly G4 destaca especialmente, cuidando generación tras generación de aspectos como el diseño o la conectividad. Pero hay que pagar por ello y asumir que no hay muchas opciones de configuración ni mejora del equipo base en algunos mercados como el español.
Sumar una mayor esperanza de vida con un escenario demográfico de pirámide invertida y un contexto inflacionista deja un panorama muy poco prometedor para quienes van a jubilarse en breve.
Alemania es una de las economías más sólidas de la zona euro y, sin embargo, sus jubilados llevan años sufriendo las consecuencias de un sistema de pensiones insostenible. Los jubilados alemanes no consiguen llegar a fin de mes con sus pensiones y deben buscarse un empleo para complementarlas.
Jubilarse más tarde y con menos pensión. Jubilarse en el país germano cada vez está más ligado a situaciones de pobreza. La edad de jubilación en Alemania es de 67 años con 45 años cotizados y cuenta con una tasa de reemplazo de las pensiones del 52,8% (indicador que relaciona el último salario con lo que se cobra de prestación). Es decir, que un jubilado alemán cobrará una pensión de aproximadamente la mitad de su último salario. Lo que les deja en una situación económica muy delicada.
Tasa Reemplazo para las pensiones en Europa. Fuente: OCDE
Según datos del Seguro de Pensiones Alemán (DRV) de 2021, la pensión de jubilación media se situaba en una media de 1.022 euros brutos anuales, aunque recientemente se ha aplicado un incremento del 4,39% al 5,86% según el estado.
Más de 1 millón de jubilados que no pueden dejar de trabajar. Según datos publicados por el medio alemán RND, en 2023 hay 1.123.000 personas en activo con más de 67 años de edad que ya podrían haber solicitado la jubilación legal que en ese país es de 67 años. De esos empleados, 251.000 están sujetos a cotizaciones de la seguridad social. Es decir, están desarrollando una actividad laboral completa como podría hacer cualquier empleado más joven.
Los 872.000 empleados restantes son trabajadores a tiempo parcial en los llamados minijobs. “Cada vez más personas mayores de 67 años tienen que trabajar, lo cual es un hecho triste y un síntoma de un sistema de pensiones fallido”, afirmó el representante del partido de izquierda Die Linke, Sören Pellmann.
Minijobs que precarizan la mano de obra. Desde hace dos décadas, una media de 800.000 personas con edad suficiente para estar jubilados se ven obligados a trabajar en uno o varios de los llamados minijobs. Unos 120.000 de ellos tienen más de 75 años. Los minijobs son trabajos de media jornada o menos por los que los jubilados en activo pueden obtener un salario máximo de 520 euros por trabajar hasta 43,5 horas a la semana.
Gran parte de estos minijobs se circunscriben al sector de la hostelería, donde contribuyen a la precarización de los salarios de los más jóvenes ya que, al ser un complemento para la jubilación, estos trabajos por tiempo parcial no cotizan a la Seguridad social y tienen algunas bonificaciones. Este es uno de los puntos diferenciales con España, que se sitúa como uno de los países de la Unión Europea con menor porcentaje de jubilados que apuesta por la modalidad de jubilación activa que le permite trabajar después de haberse jubilado.
Escasez de mano de obra especializada. Uno de los problemas más acuciantes para las empresas de toda Europa en 2023 está siendo la escasez de mano de cualificada. Se estima que Alemania tiene unos 775.000 puestos vacantes para mano de obra especializada que no puede cubrir.
Christian Duerr portavoz del partido FDP, declaraba en 2022: “La escasez de trabajadores se ha vuelto tan grave que está desacelerando dramáticamente nuestra economía. Solo podemos controlar el problema del envejecimiento de la fuerza laboral con una política de inmigración moderna. Tenemos que alcanzar la marca de 400.000 trabajadores cualificados del extranjero lo más rápido posible”.
El ser humano tiene una curiosa tendencia a imaginar un futuro en dos extremos. Bien tendemos pensar en los avances tecnológicos como pasos adelante que nos llevan hasta un mundo mejor; bien nos dejamos llevar por el pesimismo para pensar en una distopía inevitable. La realidad suele estar en un punto intermedio.
Por qué avanzamos por caminos intermedios aun cuando algunos de estos avances con potencial de mejorar nuestro medio ambiente y bienestar es una pregunta cuya respuesta es enormemente compleja. Sin embargo podemos responderla parcialmente haciendo referencia a un economista británico del siglo XIX.
Mucho antes de que descubriéramos que la quema de combustibles fósiles podía provocar cambios en el clima, o incluso antes de que la contaminación ambiental se considerara una prioridad en salud pública, William Stanley Jevons describió un fenómeno bastante contraintuitivo relacionado con la eficiencia energética y el consumo de combustibles.
Se trata de la paradoja de Jevons, a veces llamada también “efecto Jevons” o “maldición de Jevons”. Lo que observó es que las mejoras en eficiencia en los motores de vapor habían hecho que estos requirieran cada vez menos carbón para producir cada unidad de potencia. Sin embargo el consumo de carbón había incrementado en lugar de disminuir.
¿Cómo es posible que consumiendo menos queramos más? Buena parte de los productos que nos encontramos en el mercado tienen demandas “elásticas”, es decir, la cantidad de mandada de un producto depende en buena medida de su precio; mientras que demands “inelásticas” son las que se ven menos afectadas por cambios en el precio, ejemplo de esto serían algunos productos básicos como la leche o el aceite.
Cuando aumenta la eficiencia en la producción los costes bajan y puede reducirse el precio sin perjudicar el margen de beneficio. El aumento en la cantidad del producto final demandado puede perfectamente sobrecompensar el descenso relativo en la demanda del insumo en cuestión.
Podemos ver situaciones similares también fuera de los mercados. Esta paradoja está muy estrechamente vinculada con el fenómeno de la demanda inducida. “Un carril más, con eso solucionaremos el tráfico.” La frase que casi ha adquirido la categoría de meme es el ejemplo clásico de este fenómeno
Aumentar la capacidad de una carretera hace que aumente su demanda reduce su tráfico y el tiempo que necesitamos para llegar hasta nuestro destino. Esto hace que más personas decidan tomar esta vía, lo que acaba generando un nuevo punto de saturación. Algo semejante ocurre con otra famosa paradoja, la de Braess, que nos indica que, en determinadas circunstancias, cortar una calle puede hacer que la gente llegue antes a su destino.
Agua y gasolina
Regresando a la paradoja de Jevons y su efecto sobre el medio ambiente, podemos encontrar un ejemplo en el caso del agua. El un artículo para El País, Raúl Limón realiza un repaso de algunas de las últimas tecnologías destinadas a recolectar agua de nuestra atmósfera. No en vano es la atmósfera que guarda el 0,04% del agua dulce de nuestro planeta. Esto es considerablemente más que el agua de nuestros ríos, un 0,006%; aunque menos que el agua en lagos y acuíferos, 0,26% y 30,1% respectivamente.
Los ejemplos de estos proyectos son de lo más variado, pero la cuestión a dilucidar es si estas mejoras en la eficiencia traerán consigo una reducción neta del consumo de agua o si, por el contrario, sólo nos permitan extraer con más voracidad el recurso.
Según datos del Global International Geosphere-Biosphere Programme compilados por Our World in Data, el crecimiento en el consumo de agua a nivel global fue muy marcado entre 1950 y 2010 y parece haberse moderado en los últimos cinco años de la serie. Las nuevas tecnologías de extracción son hoy en día experimentales, por lo que su efecto marginal es inapreciable.
Sin embargo la acumulación de mejoras, en desalinización, tratamiento de residuos y aprovechamiento podrían tener en su conjunto un impacto sobre los niveles de consumo futuros. Algo así hemos visto con los combustibles fósiles. Hoy en día el carbón representa algo más de un cuarto de la energía generada en el mundo, habiendo sido sustituido en parte por gasolina y gas natural.
En su conjunto, las numerosas mejoras han ido haciendo a los combustibles fósiles cada vez más utilizados y de una forma cada vez más variada. Si la preocupación de Jevons era la desaparición del recurso hoy en día son fenómenos como el cambio climático y la contaminación de las ciudades las que preocupan.
La paradoja de Jevons parece darse con cierta frecuencia en el medio ambiente. El problema es que resulta imposible predecir cuándo se presentará ante nosotros. No podemos prever si los nuevos proyectos de lucha contra la sequía acabarán facilitando la desaparición de un recurso vital. A veces el simple ahorro da una ventaja considerable frente a apostarlo todo a las innovaciones futuras.