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August 6, 2023

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Adriana P

Wikihow se ha convertido en un meme. Pero también es un gigante online sostenido por voluntarios

Wikihow se ha convertido en un meme. Pero también es un gigante online sostenido por voluntarios

Hace unos años, en una boda, varios veinteañeros nos pusimos a hablar sobre nuestras corbatas. Preguntándonos por si nos habíamos hecho el nudo nosotros mismos o nos había ayudado alguien, casi todos nos las habíamos tenido que apañar nosotros solos, porque la boda era en otra ciudad. Resultó que la mitad lo habíamos hecho viendo al mismo señor de YouTube, un héroe que lleva casi tres lustros ayudando a desconocidos, y la otra mitad usó Wikihow.

Es una de esas webs que no destacan demasiado. No es como YouTube, Twitter o Wikipedia; pero en el fondo todos la hemos transitado alguna que otra vez. Y nos hemos sorprendido por lo increíblemente concretos que son sus tutoriales: el nudo de la corbata es lo de menos. Hay uno sobre cómo engañar a la gente para que crea que estás poseído, otro sobre cómo leer un libro (el que sea), y otro sobre cómo caminar. Todos de varios cientos de palabras, con instrucciones precisas e ilustraciones detalladas. Y múltiples revisiones, a veces acompañadas de comentarios de fuentes de autoridad.

Wikihow, entre la ayuda y el meme, se ha hecho con un nombre propio en Internet.

Cómo pedir salir a la persona que me gusta

Aunque no da cifras oficiales, hay estimaciones sobre el tráfico que levanta Wikihow. SimilarWeb, una de las principales herramientas para este fin, le atribuye entre 100 y 115 millones de visitas mensuales durante estos últimos meses. Semrush, otra herramienta similar, entre 170 y 180 millones. Parece que en algún punto cercano a los 150 millones de visitas al mes puede estar la cifra.

La inmensa mayoría de sus visitantes llegan a través de los buscadores. Es para lo que está optimizada esta web. Menos del 1% lo hacen a través de redes sociales, un porcentaje anormalmente bajo para la industria. Pero claro, poca gente comparte estos tutoriales. A menudo, tan íntimos que resultan vergonzosos porque sería admitir un problema delicado. El artículo “cómo curar una fístula” tiene más de 300.000 visitas solo en español.

Y aun así, bicoca en comparación con el tutorial para dar besos con lengua: 28 millones de visitas. Un exitazo tal que en 2011 le dedicaron su propia aplicación para Android. “Una escritura colaborativa entre 201 editores voluntarios”.

Beso

Imagen: Wikihow.

Todos estos artículos, de hecho, son creados por voluntarios que no cobran ni un céntimo por ello. Solo se sienten parte de la comunidad. Además, tienen que completarlos siguiendo una estricta guía para encajar en el formato de la página. Tanto los redactores, como los ilustradores como los fotógrafos.

Según la empresa, en promedio, cada artículo ha sido editado por 23 personas y revisado por otras 16. Pero son voluntarios. Aunque hay que reconocer que, al contrario que en muchos otros entornos online, aquí atribuyen la información a todas las fuentes consultadas.

Los artículos firmados por voluntarios escribiendo sobre cualquier tema cuentan con una excepción: hace unos años, Wikihow introdujo una insignia verde de verificación. Se estampa en artículos que, además de la redacción habitual, cuentan con la validación y el comentario adicional de una fuente de autoridad en la materia. Por ejemplo, médicos en artículos sobre salud; veterinarios en artículos sobre el cuidado animal, abogados sobre artículos legales, etc.

Wikihow no es una empresa cotizada ni revela sus ingresos, así que no hay forma de saber cuánto dinero gana gracias a su ejército de voluntarios, porque es especialmente protectora con su información financiera. Pero sí sabemos cómo gana ese dinero.

Por un lado, con los anuncios que ubica junto a cada artículo. Es algo que hace desde el primer día, al contrario que otras plataformas online que arrancaron sin ellos, pese a ser productos gratuitos, al vivir de la inversión de capital riesgo.

Wikihow no ha necesitado rondas de inversión para llegar hasta aquí. Y más allá de los anunciantes, también gana dinero gracias a ciertas asociaciones con otras empresas. Por ejemplo, con su propia skill para Alexa, la plataforma de Amazon.

También publica contenido médico en colaboración con Naciones Unidas y ha lanzado un curso con ella. Crisis Text Line, una ONG que asiste a personas deprimidas o en riesgo de suicidio, también tiene un acuerdo con Wikihow, empresa con la que comparte basarse en una gran red de voluntarios para operar.

La guía electoral estadounidense Vote.org, la aplicación conectada a Bixby, de Samsung; Mental Health America… Los tentáculos de Wikihow son alargados y no se limitan a su propia página.

También en la cultura popular. Un subreddit con más de 600.000 miembros, /r/disneyvacation, está dedicado íntegramente a extraer lustraciones inquietantes de Wikihow y retitularlas de forma mordaz, con humor negro.

How To Pray To 5 Disney Owls V0 5ri0lc09agfb1 Jpg

Imagen rebautizada por este subreddit a “Cómo rezar a cinco búhos de Disney”. Imagen: Wikihow.

How To Get Your Chicken Hooked On Drugs V0 Dhqq4hs0a8fb1 Jpg

Imagen rebautizada por este subreddit a “Cómo hacer que tu pollo se enganche a las drogas”. Imagen: Wikihow.

How To Signal Your Attraction To Hot Hot Guys V0 N7jjhkjqyyeb1 Jpg

Imagen rebautizada por este subreddit a “Cómo señalar tu atracción por los chicos sexies”. Imagen: Wikihow.

Esas ilustraciones comparten estilo, pero no salen de un único ilustrador: es otra muestra de lo eficaces que son las estrictas guías de estilo de la plataforma. Eso les ha servido para tener un estilo reconocible, y eso a su vez les ha jugado una mala pasada: los memes sobre Wikihow son también reconocibles como tal, no hace falta ni que mencionen a la página.

Al negocio de Wikihow no parece ni haberle afectado la progresiva incorporación de snippets a los resultados de búsqueda de Google, que ya sabemos que son un desafío, por decirlo cordialmente, para muchas empresas.

De eHow a Wikihow

Detrás de Wikihow está Jack Herrick, un estadounidense que montó la empresa en 2005, cuando tenía 36 años. Venía de pulular por varios empleos y de intentar sacar partido a la compra de eHow un año antes junto a otro emprendedor, Josh Hannah. eHow era el predecesor de Wikihow, con la misma vocación, pero que cometió varios errores que impidieron su éxito.

Jack

Errores que podían haber sido subsanados rápidamente, como limitarse al idioma inglés; o errores del tamaño de Texas, como impedir deliberadamente aparecer en los resultados de Google por querer primar el tráfico directo, no el de buscadores; según contó The Atlantic. La bancarrota fue inevitable.

Con esa experiencia y esa misma misión lanzó Wikihow, inspirándose en el éxito, el nombre y el modelo de código abierto de Wikipedia. Tal fue la inspiración que Wikihow se lanzó el 15 de enero de 2005, el mismo día en que Wikipedia cumplía cuatro años. La apuesta por el software libre se mantiene: sigue siendo posible replicar la página en un servidor ajeno.

Las primeras semanas de Wikihow fueron pésimas, con muy poco tráfico y un escasísimo interés en añadir y editar artículos. Pero haberse lanzado sin necesidad de capital riesgo, solo con sus propios fondos, le permitió continuar con el proyecto por más tiempo… hasta que empezó a forjarse el éxito. A ese éxito ayudó que eran solo cuatro empleados, contando a los dos cofundadores, así que los gastos se mantenían reducidos. El paso del tiempo fue haciendo crecer su negocio hasta el punto de comprar GuideCentral, un competidor enfocado en móviles, en 2016.

Hoy, de todas formas, la cifra de empleados tampoco ha crecido demasiado. Tiene menos de 30 trabajadores. Y se enorgullece de ello en su web de empleo: presume de ser la única empresa que aparece en el top 150 de Comscore (un sistema de medición de audiencias online) por debajo de esa cifra de empleados.

Herrick, por cierto, es uno de los redactores de Wikihow, aunque solo figura su participación en seis artículos: uno sobre cómo mantenerse en pie sobre una tabla de surf, otro sobre cómo escribir una propuesta de negocio; otro sobre la redacción de un plan de negocio para una startup; otro sobre cómo coger olas surfeando; otro sobre la medición del crecimiento de una empresa, y otro más sobre la construcción de un equipo de liderazgo.

Efectivamente, Herrick, además de liderar una empresa, también es un apasionado del surf. Y hasta en sus artículos se puede comprobar la filosofía que rige a su plataforma: es mejor tener un artículo que no tenerlo. Es mejor responder miles de preguntas que nadie ha hecho jamás antes que permitir que algún día alguien las haga y no obtenga respuesta.

Y por supuesto, la empresa insiste con la necesidad de mantenerse actualizados. Incluso para tutoriales que no parece que puedan tener mucho recorrido posterior, como el de la corbata con el que arranca este artículo, que ha sido actualizado “cientos de veces” según indicó la empresa. Si hubiese que pagar esas actualizaciones quizás otro gallo cantaría.

Imagen destacada | Wikihow, Mockuuups Studio, Xataka.

En Xataka | La brutal estrategia de China en la guerra tecnológica tiene a EEUU y Europa en alerta.


La noticia Wikihow se ha convertido en un meme. Pero también es un gigante online sostenido por voluntarios fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .

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Adriana P

Sólo hay una manera de recorrer 7 kilómetros a 30 metros de profundidad: transformar un Land Cruiser en un coche eléctrico

Sólo hay una manera de recorrer 7 kilómetros a 30 metros de profundidad: transformar un Land Cruiser en un coche eléctrico

De récords del mundo raros, excéntricos y peculiares está (valga la redundancia) el mundo lleno. Uno de los más curiosos de los que he tenido constancia es el de vadeo.

Aunque por norma general se suele intentar evitar esta situación, el vadeo es una de las experiencias más divertidas con un todoterreno. Cruzar un paso de agua en coche es, sin duda, una sensación única en la que, eso sí, hay que tener mucho cuidado.

Los riesgos a los que se enfrenta un coche a la hora de superar un paso de agua son evidentes. En los manuales de los vehículos se incluye la profundidad máxima a la que puede circular un vehículo. Ésta suele tener en cuenta la altura a la que se sitúa la admisión, pues podría entrar agua en el motor del coche. La refrigeración o la electrónica son componentes clave que deberían estar lejos del agua.

¿Seguro? Esa es nuestra opinión, la de los fabricantes y la de (creemos) cualquier persona mínimamente sensata. Decimos esto porque existe un récord del mundo de vadeo. Y las cifras son muy superiores a lo que nos imaginábamos.

A por el récord del mundo de vadeo

Por algún extraño motivo, un grupo de buzos e ingenieros han querido comprobar cuánta distancia podían llegar a recorrer con un coche a la mayor profundidad posible. Con ello han conseguido dos récords del mundo: el viaje en coche a mayor profundidad y el viaje más largo de un coche bajo el agua. Lo explican todo en Electrek.

¿De qué cifras estamos hablando? En turnos de quince minutos, 30 buzos se han turnado cada cuarto de hora para conducir un Toyota Land Cruiser transformado en un coche eléctrico a una profundidad de casi 30 metros durante siete kilómetros.

Para ello, el equipo decidió coger la base de un Toyota Land Cruiser del 1983. Lo vaciaron por completo de su motor de combustión y le dotaron de un equipo eléctrico convenientemente sellado para poder alcanzar la profundidad esperada. A esta transformación le han llamado “Cangrejo”. Y motivos tienen para ello.

La expedición terminó por extenderse hasta las nueve de la noche. Habían comenzado a las nueve de la mañana y no pensaban emplear más de siete horas. Sin embargo, el lodo que se encontraron en el fondo del agua y una tubería de la que no tenían constancia obligó a los buceadores a “conducir” más despacio de lo previsto.

Los mayores problemas, como confirman y podíamos imaginarnos, los encontraron a la hora de aislar los componentes claves con sistemas que resistieran la presión a la que la profundidad sometía al coche. Por ejemplo, los neumáticos estaban llenos de agua para no reventar en su descenso.

En cuanto a la distancia, no era casual. Se trataba de cruzar el puerto de Darwin (Australia) por lo que la travesía se alargó en las cinco horas mencionadas. Como el trayecto era corto, se empleó una batería de 32 kWh, acompañada de un motor de 88 kW (118 CV) con un par motor de 162 Nm para poder mover el coche sobre el lodo, despacio pero con garantías.

En Xataka | Hace 50 años, un inventor presentó el primer motor de agua. Era español, un visionario y un completo fraude

Foto | ABC News Australia vía Electrek


La noticia Sólo hay una manera de recorrer 7 kilómetros a 30 metros de profundidad: transformar un Land Cruiser en un coche eléctrico fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .

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Adriana P

La gente está olvidando lo que le pasó durante la pandemia (porque el trauma se olvida)

La gente está olvidando lo que le pasó durante la pandemia (porque el trauma se olvida)

Uno de los chascarrillos habituales durante la pandemia hablaba de cómo el confinamiento y la excepcionalidad habían trastocado nuestra noción del tiempo. Ahora todo aquello parece alejado en el tiempo pese a que han pasado unos tres años y medio de los primeros casos en Europa. Medio año después del fin de las mascarillas en el transporte público, la pandemia parece algo de otra era.

Las mascarillas son, quizás, un factor importante. Hasta febrero, su presencia en el transporte público servía como recordatorio diario de la pandemia, pero esto quedó restringido a ámbitos sanitarios como hospitales o farmacias, lo que implica que desde ya hace unos meses no contemos con recordatorios cotidianos de la pandemia.

Como explica el psicólogo y neurocientífico  de la Universidad de Duke, Kevin LaBar a la cadena de televisión estadounidense ABC, “ahora que no tenemos todos los mismos recordatorios visuales, (cosas como las mascarillas o el distanciamiento social o estar en Zoom todo el tiempo) hay una forma natural en la que el cerebro compartimentaliza las cosas.”

Pero para recordar no hacen falta recordatorios constantes de la pandemia, el olvido va más allá.  Nuestro cerebro elimina recuerdos y algunos expertos creen que lo hace con una eficacia y una intención comparable a la que aplica cuando los crea. Incluso es posible que utilice herramientas semejantes.

Olvidar puede ser una forma de optimizar el funcionamiento de nuestro cerebro, asumiendo que éste, como un ordenador, no puede almacenar recuerdos sin límite o sin perjuicio de otras funciones. Pero olvidar también puede ser una forma de protegernos del trauma.

“Olvidar no solo es normal, sino que es necesario para nuestra salud mental”, señalaba hace unos meses el neurólogo Scott A. Small, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer, en un artículo para The New York Times.

La pandemia supuso todo un reto para la salud mental de la mayoría, pero por motivos muy diversos, ya fuera la incertidumbre generada por la situación sanitaria, la percepción de encierro generada por las restricciones… Diversos estudios e informes trataron de evaluar el impacto de la pandemia en nuestro bienestar psicológico tanto en España como en el resto del mundo. Un ejemplo de ello fueron las encuestas realizadas por el Instituto de Salud Carlos III, en la que un tercio de los encuestados apuntaba a un empeoramiento de su salud mental.

Durante la pandemia experimentamos una combinación antitética entre lo excepcional de la situación y la monotonía del encierro, acompañado todo ello con saturación informativa. La monotonía no es amiga de la creación de recuerdos, por lo que más allá de memorias genéricas y con la salvedad de personas a quienes la pandemia sí pudo cambiar la vida, para el común de los mortales ésta fue una época quizá incluso más anodina de lo habitual.

Pero la relación entre memoria y pandemia no acaba ahí. Durante la emergencia sanitaria algunos repararon en que nuestra memoria en sí misma había perdido capacidades. Esto pudo deberse a factores como la pérdida de calidad de sueño o, más genéricamente, al estrés.

Las limitaciones de nuestra memoria a corto plazo también podrían estar vinculadas con nuestras dificultades para generar recuerdos a largo plazo. De ahí que sea posible que la pandemia se convirtiera en una época tan poco memorable en sí misma.

La vuelta a la rutina tuvo, además una circunstancia muy completa: el vuelco que la agenda informativa tuvo tras la entrada de tropas rusas en Ucrania en marzo de 2022.

La invasión acaparó los minutos de informativos y páginas de periódico, lo que supuso una reducción abrupta del peso de la pandemia en las vidas de la gente. Por si eso fuera poco, otros asuntos como la inflación, la emergencia climática y diversas elecciones terminaron por acaparar todo el protagonismo.

Cabe recordar también que, tres años y medio después no todo el mundo ha olvidado igual. Es cierto que, a nivel social, hemos olvidado la pandemia. Eso no quiere decir que todo el mundo lo haya hecho o que la mayoría haya hecho en la misma medida. Hay quienes aún arrastran la pérdida de un ser querido o síntomas de lo que vino a denominarse Covid largo o persistente.

Hay mucho que no sabemos sobre el cerebro, y cómo este genera memorias no es una excepción. Tendemos a pensar en nuestra mente como si de un ordenador se tratara (y viceversa), pero tampoco tenemos claros los límites de la analogía.

Según han ido observando los expertos a lo largo de años de estudio de nuestro cerebro, la información que procesamos es codificada en regiones específicas del cerebro, como la amígdala o el hipocampo. El sueño es un proceso clave que nos ayuda a fijar las memorias a largo plazo. Algunos expertos creen que el hipocampo es el que indexa nuestras memorias, ahora distribuidas a lo largo de las neuronas de nuestro cerebro. Sería por eso el hipocampo también el encargado de recuperar esa memoria cuando nuestro cerebro lo considera apropiado.

El cerebro es el órgano más complejo de nuestro cuerpo y el más indescifrable. Es por eso que muchas de sus operaciones son aún un misterio. Lo que sí sabemos es que en ocasiones olvidar es perfectamente sano y normal. Muchos preveían ya hace años que el olvido sería rápido. Podemos olvidar la pandemia pero no debemos olvidar las lecciones aprendidas durante ella.

En Xataka | Una pandemia sin consecuencias: cómo todas aquellas ideas que parecían para siempre han desaparecido de nuestras vidas

Imagen | Manuel


La noticia La gente está olvidando lo que le pasó durante la pandemia (porque el trauma se olvida) fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .