El calendario de móviles de Sony funciona como un reloj. En verano lanzan el buque insignia, el Sony Xperia 1 V este año, que es el que perpetúa la línea de diseño y las características de años anteriores, pero incorporando el último SoC disponible, mejoras en cámaras y otros retoques por aquí y por allá.
Y un tiempo más tarde lanzan al hermano pequeño. Este año es el turno del Sony Xperia 5 V que analizamos tras usarlo como móvil principal las últimas semanas y que es pequeño en tamaño, pero a la par con su hermano mayor en muchas características. Y, como él, se trata de un móvil muy especial que aspira a ser de los mejores móviles del año apostando por algo que nadie más hace: ser original.
Ficha técnica del Sony Xperia 5 V
Sin salirse de la estética Xperia
En una industria que puede pecar de aburrida, las compañías japonesas son un faro. Sony y Nintendo son dos ejemplos perfectos. Nintendo abandonó con GameCube la batalla por la potencia y consiguió, con Nintendo DS, Wii, 3DS y Switch, plantar cara los teraflops y el juego tradicional a base de originalidad. WiiU fue otro tema, un error tremendo de marketing, pero bueno.
Sony tiene una aproximación más convencional en todos sus productos, pero en los móviles es otro cantar. De hecho, en una época en la que prácticamente todos los smartphone son iguales, los japoneses son los que se atreven con algo diferente. ¿Por qué he soltado este rollo en lugar de empezar con el análisis del Xperia 5 V? Porque hay que entender que no estamos ante un móvil más. Y, desde luego, no ante uno perfecto.
Que estamos ante un móvil distinto es algo que salta a la legua. Con las dos fotos que hemos puesto hasta aquí, ya se puede ver que tenemos unos marcos considerables, con uno superior y una barbilla que no solemos ver en el mercado y, por encima de todo, un formato muy alargado.
No pilla por sorpresa si sigues la actualidad de la industria, ya que Sony lleva años apostando por esto, pero si es la primera vez que te interesas por ver algo de un Xperia, verás que son… eso, diferentes. Estamos ante un móvil relativamente compacto debido a sus 154 milímetros de alto y la construcción es muy premium.
Laterales de aluminio, trasera de cristal Gorilla Glass Victus 2, delantera también con la misma protección y certificación IP68. No es demasiado delgado -8,6 milímetros-, pero como es muy estrechito -68 mm- en la mano es tremendamente cómodo.
De hecho, se puede abarcar muy fácilmente su panel de 6,1 pulgadas sin tener que hacer gestos extraños con la mano. El Xperia 1 V me parecía cómodo, pero el panel 21:9 de 6,5 pulgadas era demasiado alargado como para abarcarlo con el pulgar. En este Xperia 5 V no pasa lo mismo.
El color negro es elegante y me encanta y la trasera, pese a lo que puede parecer, no atrapa demasiado las huellas. La grasilla se marca un poco, pero no es nada exagerado. Ahora bien, cuidado porque el acabado es muy liso y puede resbalar en la mano o en una superficie.
En el lateral izquierdo no tenemos absolutamente nada, pero en la parte superior contamos con un jack de 3,5 milímetros para auriculares con audio de alta definición, en el lateral derecho tenemos los botones de volumen (muy bien ubicados), el botón de desbloqueo que tiene el lector capacitivo y un botón de dos pasos para controlar la cámara.
Y en la zona inferior, aparte del puerto USB-C, tenemos una ranura para la SIM que podemos aprovechar para ampliar el almacenamiento hasta con tarjetas microSD. Además, no necesitamos la herramienta o pinchito para sacar este módulo. Si trabajas mucho con vídeo o fotografía, es de lo más útil.
En definitiva: formato 21:9 único en el mercado, ranura de SIM con microSD y jack de auriculares que no se ven en móviles premium, marcos abultados y el obturador de la cámara. Es, como digo, un móvil especial.
Recuerdos del pasado en un panel con luces y sombras
La pantalla es uno de los puntos fuertes de los Xperia, pero (odio esta frase) no es para todo el mundo. Me explico. Una pantalla 21:9 tiene ventajas cuando se trata de jugar debido a que los controles están muy en los extremos y es más fácil de sostener. También es el ideal para ver contenido en 21:9, obvio, pero también en formatos cada vez más extendidos como 18:9. Y si usas la vista dividida, es una gozada.
Si no te ves reflejado en alguno de esos tres casos, lo cierto es que más allá de lo fácil de abarcar que resulta con una mano, pocas ventajas más tiene un panel con esta relación de aspecto. De hecho, vas a ver el contenido más pequeñito, caben menos iconos en la rejilla del dash y los vídeos 16:9 tienen unas barras negras muy anchas en los laterales.
Dicho esto, estamos ante un panel OLED con resolución de 2.520 x 1.080 píxeles, lo que nos arroja una densidad de 449 píxeles por pulgada. Su hermano mayor tiene una resolución 4K que resulta bestial, pero la densidad de píxeles del Xperia 5 V es más que satisfactoria.
Además, los colores son muy naturales y tenemos un modo ‘Creador’ que ajusta todavía mejor los colores para ciertos contenidos, como películas. Es compatible con HDR10, BT.2020 (un rango de color muy amplio) y ya digo que me gusta que, pese a que tiene unos colores vivos, no sean saturados.
Es una pantalla que busca asemejarse a la realidad todo lo posible, algo que más adelante también veremos con los resultados fotográficos. Las sensaciones en todo momento son muy buenas, pero hay dos detalles curiosos.
El primero es que el refresco es de 60 o 120 Hz. No hay término medio, los 120 Hz no son adaptativos y echo de menos en un móvil de 1.000 euros un panel LTPO. Pero bueno, no es una sorpresa teniendo en cuenta que el Xperia 1 V lanzado este verano tampoco tenía un panel LTPO.
Lo más amargo es que los ángulos de visión no son lo generosos que deberían ser. En contenidos con fondos de colores, es algo que no se nota demasiado (que también), pero en apps con fondo blanco, en cuando te alejas de los 90º se empiezan a ver destellos magenta. Es algo que me recuerda a los paneles de móviles LG de hace ya unos cuantos años o al más famoso caso del Pixel 2.
No voy a decir que sea molesto, porque no lo es y, de hecho, aunque los primeros días me sorprendió, con el paso del tiempo me he acostumbrado y no interfiere para nada en el día a día (en el caso del Pixel, aparte de que la pantalla se volvía azul, el brillo se iba al traste), pero es curioso que ocurra esto en un móvil de esta gama en 2023.
Y, hablando del brillo, me he encontrado un buen sensor que establece un brillo correcto de forma automática en todas las situaciones, pero con un brillo pico algo justo en días muy soleados.
Pequeño, pero matón en sonido
En el apartado sonoro no puedo poner ninguna pega. Los Xperia de este año son de los que mejor experiencia ofrecen en este sentido. Los dos modelos cuentan con unos potentes altavoces simétricos en el frontal que ofrecen una experiencia envolvente muy llamativa viendo contenido, pero que también tienen pegada para escuchar canciones mientras te duchas o lavas los platos, por ejemplo.
Tiene unos agudos que no son estridentes y unos graves con potencia. Y para vídeos, series o películas es un móvil notable porque las voces se escuchan de maravilla, con naturalidad y contundencia. Sin duda, como digo, de los mejores altavoces en un móvil este año.
Sony ha contenido algo mejor a la bestia
Los altavoces rugen y en el interior esconde una bestia. El corazón es el Snapdragon 8 Gen 2, un SoC que ya tiene relevo en forma de Snapdragon 8 Gen 3, pero que sigue siendo una opción genial en móviles de alta gama. De hecho, nos ha demostrado que con un buen sistema de disipación, es un SoC que puede dar muchas alegrías a los jugadores.
Los Xperia son móviles que se calientan. Es algo que ocurre desde hace generaciones porque confían en su chasis para disipar el calor y no introducen sistemas de disipación pasiva tan complejos y avanzados como otros fabricantes.
En verano, eso supone un problema, pero actualmente (con unos 12º en la calle y unos 21º en casa), no he sufrido calentamiento en tareas rutinarias, grabación de vídeo o toma de fotos. Con el Xperia 1 V (mismo SoC) sí notaba que se calentaba a la mínima.
Dicho eso, y teniendo en cuenta la diferencia de temperatura ambiental respecto a las mismas pruebas realizadas con el Xperia 1 V en pleno mes de junio, tengo que decir que estamos ante un móvil que, parece, gestiona algo mejor el calor. En la prueba de estrés del procesador, la mejora es mínima (una estabilidad del 73% frente al 66% de su hermano mayor), pero en la prueba de GPU, tenemos un 81,5% de estabilidad cuando el Xperia 1 V sufría un estrangulamiento brutal.
Dicho esto, te dejo la comparativa de los test de rendimiento y seguimos hablando de temperatura:
He podido comprobar que se desenvuelve mucho mejor con los juegos debido a que ese estrangulamiento no llega tan pronto como en su hermano mayor. Jugando a ‘Diablo Immortal‘, el rendimiento es fantástico y tenemos un menú para ajustar diferentes parámetros del móvil durante la partida.
La fluidez del sistema es total y la velocidad de la memoria es considerable, con una lectura secuencial de 1,33 GB/s y una escritura secuencial de 812,43 MB/s. Ahora bien, algo curioso es que mantiene sus automatismos cuando la batería llega al 5%.
Llegados a ese límite (que no recomiendo nunca apurar), el rendimiento cae sobremanera. Se puede ver en este pantallazo del test de estrangulamiento en el que vemos que la CPU no da más de sí no ya por el calor, sino por esa bajada de frecuencia automática con la batería tan baja). Además, si tienes la foto de tu vida delante, pero te queda menos de un 5% de batería, la app de cámara oficial no te dejará sacarla.
Software muy respetuoso con lo que propone Google
Y en software no hay sorpresas con Sony. La compañía japonesa es de costumbres fijas y su capa de personalización respeta muchísimo lo que propone Google cada año. Cuenta con Android 13 casi sin modificar y una ROM Xperia que añade sobre lo que ya ha construido Google.
Es una capa muy respetuosa que se integra genial con el lenguaje de Material Design y me gusta especialmente el apartado de ajustes. Hay muchas divisiones, cada una con una pequeña descripción de lo que hay en su interior y no tenemos ajustes en categorías equivocadas o ambiguas.
La estética es elegante, de inicio nos permite elegir qué aplicaciones tanto de Google como de Sony queremos instalar y me gusta el rendimiento, con unas buenas animaciones y una experiencia de usuario sobresaliente. Todo va como esperas en un móvil de esta gama y, sin ser el más ‘eléctrico’, desde luego no se siente un móvil pesado.
Sobre las aplicaciones de Sony, hay multitud y son las típicas tanto de edición -Creador de vídeo- como de creación -Photo Pro, Video Pro, Cinema Pro o Music Pro-. Además, ya funciona Bravia Core -el servicio de vídeo de Sony- y volvemos a ver la aplicación de Monitor externo que permite conectar el móvil a una cámara Sony para que éste actúe como pantalla externa.
Y algo que me gusta mucho es el ‘Sensor lateral’. Se trata de esa barrita que aparece en el lateral del terminal y que podemos desactivar. Es algo que suelo hacer en prácticamente todos los móviles que la incluyen, pero que en los Xperia me gusta dejar porque es muy útil para configurar la multipantalla de forma sencilla.
No hay sorpresas en un apartado de software que se siente muy, muy similar al de generaciones anteriores, pero con la nueva versión de Android.
Biometría
Y donde tampoco hay sorpresas, y en este caso es un punto negativo, es en el desbloqueo. Sony sigue sin ofrecer desbloqueo facial. Entiendo el punto de vista de la compañía debido a que el desbloqueo facial por foto es mucho menos seguro que el desbloqueo por huella, pero no estaría de más dar la opción.
Además, el sensor capacitivo tiene sus particularidades. Funciona bien, pero cuando nos pilla la huella correctamente. Y es que, debido al tamaño y a que está algo hundido, más veces de las que me gustaría no reconoce bien la posición de la huella y me ha tocado utilizar el PIN. La animación de desbloqueo es bonita (como si la pantalla encendiera poco a poco), pero no es práctica.
Autonomía de sobra para el día
Antes de pasar a las cámaras, vamos con la autonomía. Resulta encomiable que Sony haya introducido la misma batería del Xperia 1 V, pero en un cuerpo más pequeño. Tenemos una batería de 5.000 mAh que, en mis pruebas, me ha dado para resultados interesantes.
En las mediciones que he hecho del 100% al 0% (que no es recomendable hacer esto, ya que para la salud de la batería es mejor mantenerlo en un rango entre el 80% y 20%), he tenido tres cifras claras: cuatro horas de pantalla, cinco y siete.
El día que tuve cuatro horas fue el primero. Una vez realizada la configuración y la descarga de apps con el cargador enchufado, salí a hacer algunas fotografías. Cuando haces fotos de forma esporádica, no afecta demasiado a la autonomía, pero cuando activas la cámara cada dos por tres, se nota.
El día con cinco horas fue un día más habitual con alguna partida rápida, redes sociales, Slack, Telegram y alguna fotografía espontánea. El día que conseguí siete horas fue fin de semana y me vi un partido por streaming. No es una batería sobresaliente, desde luego, ya que en cuanto el Snapdragon tiene que trabajar, lo vamos a notar, pero es correcta.
Cuando queramos cargarlo, más nos vale tener tiempo si queremos una carga al 100%. Tenemos una potencia de 30 W y carga inalámbrica. En la caja no viene ni cable ni cargador, así que hemos usado un cargador PD y estos son nuestros resultados:
También cuenta con batería inalámbrica reversible y se muestra el punto exacto en el que debemos ubicar el dispositivo que queremos cargar, así como varios ajustes de cuidado de batería. Algo que me gusta mucho de Sony es que explica muy bien todas las características del software, así que si tienes dudas sobre si activar los modos de cuidado de batería, viene perfectamente detallado lo que ejecuta cada uno.
Una app de cámara envidiable con unos resultados muy naturales, pero que tropieza con la misma piedra
Pasemos a las cámaras y empecemos hablando de las aplicaciones. Como he comentado, tenemos varias porque Sony separa la aplicación estándar (llamada Photo Pro) de dos aplicaciones de vídeo que se usan para diferentes fines. Video Pro y Cinema Pro son para hacer vídeos con un control total de la toma, desde los FPS al milímetro hasta desactivar la estabilización.
Las aplicaciones como tal son prácticamente clavadas a las que teníamos hasta ahora, pero Sony ha escuchado a los usuarios y ha introducido una mejora en la app Photo Pro que puede parecer menor, pero que realmente es importantísima. Uno de los puntos más interesantes de los Xperia es que pueden grabar a 4K120.
No ofrecen grabación a 8K con un bitrate cuestionable, sino que, en su lugar, permiten esa resolución 4K con 120 FPS que podemos dividir para crear una cámara lenta en altísima resolución. Ahora bien, para acceder a 4K120 y hasta a 4K60, había que recurrir a las apps Video Pro o Cinema Pro. Hasta ahora.
Sony, por fin, ha introducido el carrusel de selección de frames por segundo en la aplicación nativa de cámara para poder seleccionarlo de manera mucho más sencilla y contar con todos los automatismos de ISO, enfoque y exposición del modo vídeo simple, pero con la resolución que queramos.
Es un cambio, como digo, menor, pero que es de muchísima utilidad en el día a día para ir saltando de resolución a conveniencia sin tener que preocuparnos por entrar a la app correcta. Además, Cinema Pro es una app bastante compleja para un usuario medio.
Ya que estamos con el modo vídeo, tengo que decir que me gustan los colores, porque pese a que tiende a la subexposición, son naturales. La estabilización en tomas estáticas funciona de maravilla, aunque cuando nos movemos es posible encontrar algunos errores, sobre todo cuando tiene que grabar y calcular mucho detalle fino como vegetación.
Y el HDR no en vídeo es mejorable. Es propenso a quemar altas luces o a subexponer zonas de la escena cuando estamos enfocando a esas altas luces y es un resultado similar al que nos daría una cámara de vídeo, pero no un smartphone.
En Video Pro o Cinema Pro, donde tenemos un control sobre la exposición, lo entiendo, pero en la app Photo Pro, curiosamente, echo de menos un look más artificial, más… de procesado de smartphone. Es algo que el Snapdragon 8 Gen 2 podría hacer sin problema. De noche aparece el ruido y vemos que las lentes producen destellos en los puntos de luz.
Pero bueno, vamos con la fotografía porque, sin ser este Xperia 5 V un móvil point&shoot, lo cierto es que me gusta por la estética tan natural de sus tomas.
Lo primero es que, con buena luz el resultado es muy, muy bueno. Tenemos los mismos sensores que en el Xperia 1 V y el principal tiene miga: es un Exmor de 1/1,35 pulgadas con píxeles enormes, de 2,24 micras. Es un sensor de 52 megapíxeles, pero son 48 megapixeles efectivos y no nos deja disparar en esa resolución, sino a 12 megapíxeles.
Gracias al pixel binning se consigue ese enorme tamaño del píxel que mejora el rango dinámico, pero no habría estado de más permitirnos jugar con fotos de mayor tamaño. El RAW también es de 12 megapíxeles
Y las sensaciones son como las que tuve con el Xperia 1 V: en interior, primeros planos y situaciones de exterior con buena luz, el procesado me encanta. Es una estética muy natural, sin una nitidez artificial agresiva, con una buena textura y con un buen HDR.
De forma natural se consigue un muy buen desenfoque de fondo sin necesidad de estar pegado al objeto y, en interiores, el detalle me ha parecido muy bueno. En interiores muy poco iluminados o con luz tenue, es sorprendente la cantidad de detalle de la porción enfocada.
Y en exterior no tenemos unos colores saturados y artificiales, sino esa estética más realista tanto en los disparos 1x como en 2x. Y es que, sí, tenemos un 2x, pero digital en esta ocasión. Sony afirma que se trata de un disparo que no pierde calidad y lo cierto es que trabaja muy bien. Eso sí, la generación anterior teníamos un telefoto de verdad, con lo que ello aporta a la perspectiva a la hora de hacer una foto.
Cuando activamos el 2x recalcula el punto de medición de luz y, por eso, podemos ver variaciones en algunos elementos, como los de las fotografías a continuación, pero la ventaja es que podemos usar este mismo zoom en interiores porque, al final, la apertura sigue siendo f/1.9 y el procesado es idéntico al de las fotos a resolución completa. Por cierto, las fotos 2x también tienen 12 megapíxeles.
Disparar en automático desde un Xperia es una buena experiencia, pero está claro que, si tienes el tiempo para cambiar al modo RAW en el carrusel, lo mejor es ir a por este RAW. Es un archivo DNG más grande (de entre 20 y 30 MB) y es un RAW con un buen margen de edición. No tiene corrección de lente y puedes conseguir resultados muy interesantes.
Ahora bien, cuidado si activas el modo RAW + JPG esperando que te dé el RAW y una foto JPG totalmente final porque no es así. Como puedes ver a continuación, a la izquierda está el JPG disparado desde el modo automático, en el centro el RAW y a la derecha el JPG que se guarda junto al RAW. Se nota en las sombras, pero sobre todo en las altas luces que el procesado que realiza a ese JPG complementario no es, ni de cerca, como el del JPG estándar.
No es un desastre, ni mucho menos, y de hecho aplica la corrección de lente, nitidez y balance de blancos de manera correcta, pero le falta ir un paso más allá. De nuevo, el Snapdragon 8 Gen 2 podría con esto sin problema, sobre todo en fotos de 12 megapíxeles, por lo que la pelota está en el lado del procesado de Sony.
Y lo que no han corregido es el ghosting. Cuando ampliamos algunas fotografías con elementos en movimiento, es fácil encontrar el rastro. Es algo que ya ocurría en el Xperia 1 V y que no han pulido.
De noche se mantiene esa naturalidad y el objetivo de no convertir la noche en día, pero hay una pérdida notable en detalle.
El que me ha sorprendido de noche es el gran angular. Mantiene esa naturalidad y sí, no tiene el mejor detalle, pero tampoco presenta unas texturas acuarela que llamen mucho la atención.
Lo que sí tenemos en el gran angular es una falta de textura cuando lo comparamos con el angular principal, así como un cálculo de color y HDR diferente que baja un par de peldaños lo que tenemos en la cámara principal. Y, en ciertas situaciones, aparece la aberración cromática. Pero bueno, es un gran angular correcto que permite disparar en RAW y, quizás aquí, vale mucho la pena.
Sobre el retrato, me gusta el resultado que consigue Sony. Se puede regular fácilmente y, aunque la app sigue siendo algo engorrosa (debemos pulsar el botón, volver a pulsarlo para seleccionar el nivel de desenfoque y, si queremos salir, hay que pulsar en ‘OFF’), el resultado es correcto, pero sin pasarnos, ya que precisamente esa estatua es fácil de perfilar.
En la cámara frontal podemos ver un recorte algo más agresivo, sobre todo en situaciones complicadas como el pelo con elementos detrás, pero me gusta la naturalidad de los colores y que el cálculo de las altas luces es idéntico en el modo retrato y en el modo automático.
Lo que no me gusta tanto es que la nitidez de la cámara frontal podría ser algo mayor. Con el fin de respetar esa estética natural, Sony no ha incluido en el procesado un puntito extra que habría venido muy bien. Pero bueno, el enfoque es rápido y me gusta la naturalidad del selfie, aunque sigue pecando de poca naturalidad en la profundidad de campo en el modo retrato.
Sony Xperia 5 V, la opinión de Xataka
Y al final, tenemos lo que esperamos al analizar un Sony Xperia. Es un móvil muy interesante porque, como su hermano mayor, ocupa una posición única en el mercado y ofrece características que nadie más tiene en cuenta no sólo en su gama, sino en la industria.
Es premium por los cuatro costados con esa certificación IP68, Gorilla Glass Victus 2 por delante y por detrás, un diseño industrial extremadamente atractivo y detalles como el jack de auriculares, el lector de tarjetas o que podamos extraer el módulo de la SIM/microSD sin pinchito.
La pantalla es el principal reclamo del dispositivo y, aunque los ángulos de visión son muy limitados (algo que me ha llamado poderosamente la atención), cuando estás bien posicionado y ves contenidos HDR y 21:9 que aprovechan el panel, es una gozada. Además, es pequeño, pero matón en sonido, con una de las mejores parejas de altavoces del año.
El calentamiento sigue presente cuando exigimos al SoC, pero sea por la temperatura actual o por medidas por parte de Sony, no he tenido problemas serios ni avisos de temperatura alta, algo que sí me ocurrió con el Xperia 1 V. Y me encanta que respeten tanto lo que Google propone con Android.
Ahora bien, como decía antes, no es un móvil para todos tanto por el formato de su pantalla como por el apartado fotográfico. Es un móvil de 999 euros sin telefoto físico y con un procesado muy particular. Si buscas un estilo realista en tus fotos, te va a dar muchas alegrías, pero incluso yo (que sí busco esa estética) he echado de menos algo de procesado extra.
Pero bueno, es un móvil japonés como él solo. Sony va a lo suyo sin seguir lo que vemos en el resto de la industria y, al final, considero que eso es muy positivo. Ahora bien, también tardan en aplicar cambios y con este modelo celebramos que, por fin, nos dejen escoger los 4K120 en la app de cámara por defecto, pero falta camino por recorrer.
Les falta sólo dar un paso más, ya que tienen el potencial para colarse en cualquier lista de los mejores del año. Veremos con la sexta generación en 2024, pero si quieres un Xperia este año, de los dos, apostaría por este Xperia 5 V. Su formato “compacto” me ha enamorado.
Fotografías | Xataka
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– La noticia Sony Xperia 5 V, análisis: uno de los móviles más especiales de 2023. Para lo bueno y lo malo fue publicada originalmente en Xataka por Alejandro Alcolea .