Buena parte de las grandes empresas que están apostando por el desarrollo de los ordenadores cuánticos son estadounidenses. IBM, Google, Intel, Honeywell o IonQ lo son, pero muchos otros países tampoco están dejando escapar la oportunidad de reclamar su lugar en un futuro en el que presumiblemente estas máquinas tendrán un papel primordial. Canadá, Australia, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón, China o Corea del Sur son algunos de ellos. Y España. Sí, también España.
Sorprendentemente el país que hasta ahora ha mantenido un perfil bajo en todo lo que tiene que ver con el desarrollo de los ordenadores cuánticos es Rusia. No obstante, que no tengamos apenas noticias acerca de su estrategia en este ámbito no significa en absoluto que no está dedicando una parte de sus recursos a la puesta a punto de estas máquinas. Especialmente dada la indudable trascendencia que con una probabilidad muy alta van a tener en el futuro.
Rusia no va a dejar escapar este tren
Antes de seguir adelante merece la pena que nos detengamos un momento para hacer un pequeño inciso. En junio de 2021 tuve la oportunidad de entrevistar a Ignacio Cirac, un físico español que es junto al físico austríaco Peter Zoller el padre fundacional de la computación cuántica. Durante nuestra conversación se refirió permanentemente a estas máquinas como ‘prototipos de ordenadores cuánticos’. Ignacio es un científico prudente, y su forma de designar estos equipos responde a un hecho indiscutible: los que están disponibles actualmente no son inmunes a los errores.
El problema es que la mayor parte de los investigadores cree que para que podamos utilizar los ordenadores cuánticos para resolver desafíos realmente significativos será necesario que estén dotados de la capacidad de enmendar sus propios errores. Algunas de las aplicaciones para las que los científicos esperan poder usar estas máquinas son el diseño de nuevos fármacos, nuevos materiales, criptografía, comunicaciones cuánticas o inteligencia artificial. Y la buena noticia es que algunos expertos aseguran que ya rozamos la corrección de errores con la punta de los dedos. Ojalá sea así.
Volvamos con Rusia. A pesar de la relativa opacidad que está mostrando este país en todo lo que tiene que ver con las tecnologías cuánticas tenemos pistas que reflejan con claridad su esfuerzo para evitar que China, y, sobre todo, los países occidentales con Estados Unidos a la cabeza, se impongan en esta área. En 2020 el Gobierno ruso decidió invertir 700 millones de euros en el desarrollo de las tecnologías cuánticas, y también ha confirmado la creación de un Laboratorio Nacional de Cuántica que respaldará no solo a las universidades y las instituciones que se dedican a la investigación, sino también a las grandes corporaciones y las empresas emergentes.
No obstante, sabemos algo más acerca de los planes de la Administración liderada por Vladímir Putin. El banco Sberbank, que es el mayor de Rusia y está controlado por el Gobierno, ha elaborado un informe junto a los institutos de investigación VNIIA y AIRI (este último está especializado en inteligencia artificial) en el que estas instituciones exponen las razones por las que los ordenadores cuánticos tienen una gran importancia desde un punto de vista económico y estratégico. Lo interesante no es lo que dice (podemos intuirlo); es lo que oficializa. Rusia no va a dejar escapar la oportunidad de competir con la alianza liderada por EEUU en el campo de juego de los ordenadores cuánticos.
Imagen de portada: IBM
Más información: The Quantum Insider
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– La noticia Rusia está acorralada por las sanciones, pero no va a dejar pasar un tren clave: el de los ordenadores cuánticos fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .