2023 daba sus primeros compases marcando cifras de récord en el número de empleados despedidos por las grandes compañías tecnológicas. Afortunadamente, entre el segundo y el tercer trimestre el ritmo de despidos se ha reducido con alguna excepción.
No obstante, las teleoperadoras europeas parecen haber tomado el relevo a las big tech americanas pisando el acelerador que dispara el número de despidos a unos 100.000 empleados entre 2023 y 2030.
Telefónica abría el marcador con hasta 5.000 empleados menos. A principios de semana Telefónica anunciaba su plan de bajas incentivadas para un máximo de 5.000 trabajadores en los próximos cuatro años de los 20.947 empleados que tiene en plantilla. Acogerse a este plan no implica el despido, pero sí la salida voluntaria de la empresa. Telefónica ya aplicó un plan similar en 2021 según publicaba Cinco Días.
En la mayoría de los casos, estos trabajadores serán los mayores de 54 años con más de 15 años de antigüedad, accediendo así a un plan de prejubilación en el que Telefónica contribuirá con entre el 65% y el 68% de su salario y las cotizaciones a la Seguridad social hasta la fecha de su jubilación. Según los sindicatos, entre 2.500 y 3.000 empleados podrían acogerse a ese nuevo plan para reducir la plantilla. El resto, muy probablemente sea despedido a partir de 2024 como resultado del apagón de la red de cobre, por lo que sus puestos dejarán de existir en la nueva estructura de fibra que requiere menos mantenimiento y permite mayor automatización.
BT tiene el plan más agresivo. La británica anteriormente conocida como British Telecom anunció el despido de entre 40.000 y 55.000 empleados hasta 2030 durante la presentación de resultados financieros del último año. Con este plan, la compañía espera reducir su plantilla de los 130.000 empleados que cuenta en la actualidad, a entre 75.000 y 90.000 entre 2028 y 2030. Esto supone un recorte de entre el 30% y el 42% del total de su plantilla.
Vodafone, intenta salir de la crisis. Vodafone empieza a ver la luz al final del túnel con una reestructuración integral que ha afectado incluso a su cúpula ejecutiva de Vodafone en España. Las bajas en su plantilla se estiman en 11.000 empleados, afectando principalmente a los empleados vinculados a la matriz de la operadora británica.
No solo despiden las operadoras. La industria de las telecomunicaciones se teje como una tupida maraña, por lo que cuando un elemento se debilita, el efecto se contagia al resto del sector. Buena prueba de ello son los 14.000 despidos de Nokia fruto del descenso de ventas de sus infraestructuras para el 5G.
Algo similar le ha sucedido a su principal rival en el sector, Ericsson, que ha anunciado una reducción de plantilla de 8.500 empleados. Lo cual supone el 8% de su fuerza laboral en todo el mundo. En España, este plan de ajuste ya le ha costado el puesto a 54 empleados de los 2.300 que la marca tiene en España.
Los despidos son el síntoma de un problema: la caída de ingresos. Todos casos que hemos mencionado a lo largo de este artículo tienen un denominador común: la necesidad de contener el gasto ante una bajada generalizada de las ventas.
Esto obliga a las empresas a contraer su tamaño prescindiendo de parte de la plantilla para utilizar ese capital para acelerar sus inversiones en materias como despliegue de fibra o 5G para ampliar su oferta de servicios.
Imagen | Pexels ( İsra Nilgün Özkan )
– La noticia Los despidos masivos están muy lejos de terminar: solo las telecos europeas han anunciado 100.000 hasta 2030 fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .