En los últimos años nos ha tocado vivir tiempos convulsos en materia de rotación laboral, y si no que le pregunten a Sam Altman y su “nodespido” de OpenAI.
Contra todo pronóstico, durante la pandemia las empresas se lanzaron a contratar a miles de nuevos empleados para, solo dos años más tarde, despedir a otros tantos. Más allá de la excepcionalidad de ese momento, la rotación de las plantillas dice mucho de las políticas de retención de talento y del bienestar de sus empleados.
De hecho, la rotación de la plantilla puede ser un buen factor a tener en cuenta ahora que el talento tecnológico deja plazas vacantes sin cubrir durante meses y los empleados tienen mayor capacidad de decisión sobre en qué empresa quiere trabajar. Si los empleados de una empresa duran poco tiempo en su puesto, es que algo sucede dentro de esa compañía.
La empresa de recursos humanos Resume.io ha elaborado un análisis de las compañías con mayor capitalización de EE.UU, Reino Unido, Canadá y Australia, y ha cruzado ese listado con la antigüedad promedio de sus empleados basándose en los datos de LinkedIn. El resultado: las empresas en las que los empleados duran menos tiempo, y aquellas en las que los empleados no quieren abandonar su puesto de trabajo.
Uno de los datos más sorprendentes es que las grandes tecnológicas americanas muestran una gran rotación de personal bajando la media de antigüedad. Por ejemplo, Apple es la que menos fideliza a sus empleados con una media de 1,7 años de antigüedad, seguido por Amazon con 1,8 años y Meta que empata con 1,8 años.
Compañías como Tesla o el fabricante de procesadores AMD tampoco consiguen retener a sus empleados durante mucho más tiempo, con medias de antigüedad de 2 y 2,3 años respectivamente. Mejor comportamiento se registra en los datos de Netflix, con 3,1 años de antigüedad de media para sus empleados, y en Alphabet, que cierra la lista con 3,7 años de media duplicando así la capacidad de retención de la compañía liderada por Tim Cook.
En el lado opuesto, Texas Instruments, con antigüedades medias superiores a los 8,4 años, Broadcom con 7,4 años, IBM con 6,9 años o Intel con una media de 6 años, ponen el contrapunto como empresas donde la rotación de las plantillas es menor y sus empleados encuentran la estabilidad y bienestar que necesitan.
Empresas trampolín y la vuelta a la oficina
Dicho esto, hay una casuística variada que podría explicar la escasa retención de talento en estas empresas y no tiene por qué estar relacionado con malas políticas de bienestar de los empleados.
En un momento de escasez de talento tan acusado como el actual, algunos empleados utilizan a las empresas a modo de trampolín para cambiar a otras con mejores puestos y condiciones económicas. Tener a empresas top como Apple en el currículum abre muchas más puertas y es más atractiva para el resto de compañías.
De hecho, el principio es el mismo que Stewart Butterfield, ex CEO de Slack explicaba: los mandos intermedios contrataban a mucho personal a su cargo para ascender y que, al salir de la empresa, en su currículum se mostrara que supervisaban un gran equipo dentro de Meta, Alphabet o Apple.
Por otro lado, las políticas de vuelta a la oficina de algunas de las grandes compañías tecnológicas han sido cuanto menos desafortunada, poniendo en pie de guerra a buena parte de la plantilla.
Un buen ejemplo lo encontramos en Meta o Amazon, que han aplicado políticas muy agresivas de vuelta a la oficina tras años de promesas de teletrabajo. El CEO de Amazon ha llegado a invitar a sus empleados a abandonar la empresa si no están dispuestos a acatar la nueva normativa de jornada híbrida, y los empleados de Google pueden enfrentarse a peores valoraciones si no acuden a la oficina cuando se le requiere.
Todas esas circunstancias cuentan a la hora de retener talento o hacer que los empleados no duren mucho tiempo en la empresa y busquen otras opciones con mejores condiciones.
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Imagen | resume.io
– La noticia Las grandes tecnológicas tienen un serio problema reteniendo talento. Este gráfico es el mejor ejemplo fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .