La “meteorología espacial” podría venir revuelta esta semana. Una serie de huecos en la corona solar han abierto una vía para que eyecciones de masa solar puedan llegar hasta nosotros. Tal ha sido la actividad solar que ésta llegó a abrir una brecha en nuestra magnetosfera.
Una semana especialmente activa. Los últimos días han visto una importante actividad solar, en la que se puede destacar la jornada del día 14. En tan solo un día los astrónomos detectaron ocho fulguraciones solares, eventos en los que el Sol expulsa bocanadas de radiación electromagnética a su alrededor, la cual puede alcanzar nuestro planeta si se dan las condiciones adecuadas.
Quizá debido a la alta intensidad solar de la semana pasada, una pequeña abertura en la magnetosfera fue observada ayer. Estas aberturas tan solo duran unas horas, pero fue suficiente para que el “Índice Kp” utilizado por el Space Weather Prediction Center de la NOAA (la National Oceanic And Atmospheric Administration) para medir eventos geomagnéticos se colocara en 4.
Es a partir de 5 que puede hablarse de una tormenta geomagnética. La NOAA espera que el umbral del 5 se cruce mañana miércoles, aunque la predicción es que la tormenta se quede en un evento de categoría G1, la categoría más baja en intensidad.
Tormentas geomagnéticas. Las tormentas geomagnéticas son perturbaciones importantes de la magnetosfera terrestre que ocurren cuando fuertes vientos solares interaccionan con la magnetosfera terrestre. En condiciones normales la magnetosfera desvía las emisiones solares, a veces alejándolos del planeta y a veces redirigiéndolos hacia los polos.
La interacción entre vientos solares y magnetosfera se mide a través del Índice K Planetario (Kp). El índice toma valores de hasta 9, siendo 5 el punto de corte a partir del que se habla ya de tormentas geomagnéticas. A partir de ahí, cada incremento en el índice se corresponde aproximadamente con una categoría distinta de tormenta, desde G1 (la más débil) hasta G5, la más fuerte.
Tormentas solares de categoría G1 como la que se espera mañana pueden generar pequeñas fluctuaciones en la red eléctrica, leves impactos en las operaciones de satélites y otros efectos sobre la naturaleza como las auroras boreales. Esto contrasta con los efectos de una tormenta G5, que podrían causar daños graves tanto a la red eléctrica como a los satélites que operan bajo la protección de nuestra magnetosfera.
Las otras perturbaciones. Las tormentas geomagnéticas no son las únicas disrupciones que causa la actividad solar sobre nuestro planeta. Las tormentas de radiación solar y las disrupciones de radio son también dos efectos de la materia y energía que el Sol expulsa ocasionalmente hasta nuestro planeta.
Según las predicciones de la NOAA, esta semana también hay probabilidades bajas de que estos eventos sucedan. La probabilidad de una tormenta de radiación solar es baja y se quedaría en la categoría S1 (también la más débil de cinco). El posible efecto de este evento se limitaría a problemas en las comunicaciones HF en las regiones polares.
La posibilidad de disrupciones de radio por su parte es algo más alta, pudiendo superarse la categoría R3 en los próximos días. Estos eventos podrían causar problemas en las comunicaciones de radio en HF como en sistemas de navegación.
Ciclo 25. Esta importante actividad solar se produce en el marco del ciclo 25 del Sol. Nuestra estrella cambia en sus niveles de actividad a lo largo de ciclos de 11 años de duración. Tras un periodo de calma que correspondió aproximadamente a los años 2018-20 el “astro rey” se acerca a su pico de actividad, previsto para el año 2025.
Esto quiere decir que eventos como estos podrían ir aumentando en frecuencia e intensidad en los próximos años. El último periodo de gran actividad solar se registró entre 2011 y 2015. Las manchas solares son una forma de observar la actividad solar, y durante ese quinquenio tan solo se registraron tres días sin manchas solares. En lo que va de 2022 tan solo un día ha estado el Sol libre de estos fenómenos.
Imagen | NASA Visualization Studio
– La noticia La actividad solar no para de crecer y eso significa una cosa: más (y cada vez peores) tormentas geomagnéticas fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .