Los legisladores de Estados Unidos están presionando a la Administración Federal de Aviación (FAA) para que reduzca el papeleo de los lanzamientos de cohetes. Cada vez se aprueban más vuelos espaciales, y la agilidad del organismo que expide las licencias parece jugar un papel en la carrera de Estados Unidos contra China.
Licencias de vuelo exprés. Los dos principales legisladores del comité de ciencia y espacio del Senado enviaron una carta a la FAA instándola a “actuar ya” para acelerar la expedición de licencias de vuelos espaciales, revela CNN.
En una carta enviada la semana pasada al jefe de transportes espaciales de la FAA, los senadores Kyrsten Sinema y Eric Schmitt piden reducir los trámites burocráticos y agilizar la aprobación de licencias para el lanzamiento de cohetes comerciales y sus reentradas.
Perder terreno frente a China. El argumento de los senadores es que el ritmo actual de la FAA podría costar a Estados Unidos su ventaja competitiva frente a las empresas espaciales respaldadas por el gobierno chino.
“A medida que aumenta el ritmo de lanzamientos y la industria espacial de China respaldada por el Estado continúa creciendo, es imperativo que los procesos de la FAA y otras agencias federales se adapten para seguir el ritmo de la innovación estadounidense y las amenazas de adversarios en el espacio”, dice la carta firmada el 14 de noviembre.
La FAA está sobrepasada. La oficina de transporte espacial comercial de la FAA no da abasto. El organismo encargado de velar por la seguridad de los estadounidenses da luz verde a cada vez más vuelos espaciales. En lo que llevamos de año ha autorizado 104 lanzamientos, cuatro veces más que en 2019. La mayoría de ellos, realizados por SpaceX.
Parece ser un problema de recursos. “Estamos trabajando diligentemente para atraer, contratar y retener personal adicional”, admite un portavoz de la agencia.
La presión de SpaceX surte efecto. En su carta, los senadores piden a la FAA que dé prioridad a las misiones para llevar estadounidenses de regreso a la Luna. Aquí SpaceX sale otra vez a la palestra, ya que ganó el concurso de la NASA para desarrollar el aterrizador lunar de la misión Artemis III. Se trata de una versión adaptada de la Starship, cuya configuración orbital voló por segunda vez el 17 de noviembre.
SpaceX lleva semanas presionando a los legisladores para que la FAA duplique su personal y dé prioridad a los programas espaciales que sirven intereses nacionales, como Artemis de la NASA. La presión alcanzó nuevas cotas con la segunda versión de vuelo de la Starship, cuya licencia tardó siete meses en llegar (por una buena razón). Sin embargo, la licencia llegó a tiempo para la ventana de lanzamiento y Elon Musk agradeció a la FAA y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre su rapidez.
En primer lugar está SpaceX, después China. SpaceX ha lanzado cerca del 80% de la masa enviada al espacio en 2023. En segundo lugar están todas las empresas chinas con un 10%. Después está el resto del mundo.
No es ningún secreto por qué: SpaceX es la única empresa del mundo que ha dominado la reutilización de cohetes orbitales, y lo está aprovechando con la creación de la primera megaconstelación de satélites Starlink, un servicio de Internet satelital. Esto convierte a SpaceX es un socio estratégico clave para Estados Unidos, pero no pasará mucho tiempo antes de que China despliegue sus propios cohetes reutilizables y su propio Starlink.
Imagen | SpaceX
En Xataka | En su segundo lanzamiento, Starship batió un récord que hasta ahora parecía intocable: el del N1 soviético
– La noticia Estados Unidos quiere acelerar drásticamente la aprobación de lanzamientos espaciales. El motivo: su miedo a China fue publicada originalmente en Xataka por Matías S. Zavia .