Foxconn es una de las mayores empresas del planeta. Esta compañía taiwanesa fabrica actualmente alrededor del 40% de los dispositivos electrónicos del mercado y da empleo a más de 1,2 millones de personas. Fue fundada en 1974 por el empresario taiwanés Terry Gou y en apenas cinco décadas ha pasado de sostenerse sobre el trabajo de unas pocas personas a consolidarse como el titán que es hoy.
Su cartera de clientes es interminable. Fabrica dispositivos electrónicos para Apple y Huawei, pero también para Sony, Amazon, Dell, HP, Nintendo, Microsoft o IBM, entre muchas otras compañías. Su éxito se ha cimentado sobre su capacidad de fabricación a gran escala gracias a una infraestructura de plantas de ensamblaje muy especializadas diseminadas por Asia, América y Europa.
Las fábricas que tiene Foxconn en China interpretan un papel fundamental en su negocio por su tamaño y capacidad de producción. La mayor de las trece plantas que tiene en este país reside en Shenzhen y da empleo a más de 400.000 trabajadores. Sin embargo, estas instalaciones están siendo un auténtico quebradero de cabeza para Gou y sus acólitos, y el panorama pinta cada vez peor.
Del déficit de empleados a las sospechas y la investigación del Gobierno chino
En la recta final del año pasado los ingresos de Foxconn cayeron un 29% debido a que fue incapaz de dar una respuesta eficaz a las necesidades de sus mayores clientes. Y lo fue debido a que la estrategia de atrincheramiento total impuesta por el Gobierno chino para combatir la expansión de la enfermedad COVID-19 desencadenó un éxodo de empleados del que todavía no se ha recuperado.
En esta investigación están involucrados los organismos chinos responsables de la fiscalidad y la gestión de los recursos naturales
Ahora acaba de dar un nuevo traspié. Y es que varios medios chinos muy fiables, entre los que se encuentran Global Times o South China Morning Post, han confirmado que el Gobierno chino ha puesto en marcha una investigación muy ambiciosa que le ha llevado a inspeccionar las fábricas que tiene Foxconn en las provincias chinas de Guangdong, Jiangsu, Henan y Hubei.
Por el momento no ha trascendido qué está buscando exactamente el Gobierno chino ni cuáles son sus sospechas, aunque sabemos que en esta investigación están involucrados los organismos responsables de la fiscalidad y la gestión de los recursos naturales, lo que nos permite formarnos una idea certera acerca del alcance de este procedimiento.
Varios expertos asiáticos defienden que este movimiento de la Administración china es legítimo y completamente normal, pero en la actual coyuntura de tensión entre China y Taiwán es inevitable sospechar que la envergadura de esta investigación esconde algo más. Terry Gou, el director general de Foxconn, anunció a finales de agosto que se presentará como candidato a las elecciones que se celebrarán en Taiwán en 2024.
En un claro intento de normalizar lo que está sucediendo los portavoces de Foxconn han declarado hace apenas unas horas que colaborarán con las autoridades chinas debido a que para ellos el cumplimiento de la ley es un principio básico. Mientras tanto en Taiwán se ha originado una corriente que defiende que la razón de fondo que ha desencadenado esta investigación es, precisamente, la candidatura de Gou. De algo podemos estar seguros: este procedimiento impactará en las elecciones, aunque aún es pronto para precisar de qué manera.
Hace un año, la Comunidad de Madrid anunció algunas medidas que pondría en marcha para suavizar la convivencia entre taxistas y VTC. Lo hizo abriendo la mano con los primeros, escuchando algunas de sus reivindicaciones, poco antes de las elecciones regionales y tras experimentar un cierto desgaste en el sector del taxi.
Antes, el gobierno madrileño ya había dado el visto bueno a 9.000 licencias VTC para que puedan circular por Madrid, después de quedar en el aire. Ahora, la Comunidad de Madrid ya tiene un nuevo reglamento preparado que definirá nuevas reglas para los vehículos de transporte con conductor.
Aunque el reglamento tiene que ser aprobado, las idas y venidas del gobierno madrileño sólo es una muestra más de las continuas disputas legales que mantienen los VTC, los taxistas y los diferentes partidos políticos en el Gobierno. Por el camino quedan las regulaciones del Decreto Ábalos, la legalidad o ilegalidad de la reserva con 15 minutos de antelación, las particularidades de cada Comunidad Autónoma y los pronunciamientos europeos sobre el ratio 1:30.
De salir adelante, el nuevo reglamento madrileño tiene un objetivo muy claro: aumentar las exigencias para el servicio de VTC.
Esto propone la Comunidad de Madrid
Los detalles sobre el nuevo reglamento para las VTC en la Comunidad de Madrid, que todavía está pendiente de definirse por completo después de pasar el periodo de alegaciones pero que debería entrar en vigor en 2024, lo adelanta El Mundo, quienes aseguran haber conocido todos los detalles del mismo.
Entre las nuevas exigencias para el servicio VTC destaca la imposibilidad de definir precios abusivos aprovechando los eventos locales. Esta era una de las grandes reclamaciones de los usuarios madrileños que este verano vieron cómo la factura del transporte se disparaba al salir de los festivales con precios que superaban ampliamente el centenar de euros por trayecto.
Con los nuevos límites, los servicios VTC no podrán encarecer en más de un 50% el precio medio ofertado en los días previos. Además, los pasajeros podrán compartir viaje en un mismo vehículo, con pagos individualizados en función de la distancia recorrida.
Otra de las medidas que llaman la atención es el acercamiento del conductor de VTC al taxista. Según el diario, los conductores tendrán que ser sometidos a algunas pruebas de capacitación por parte de las compañías que incluyen exámenes de castellano, primeros auxilios y la situación de los lugares emblemáticos de la ciudad. Así mismo, el conductor deberá contar con dos años de antigüedad en el permiso de conducir y carecer de antecedentes por delitos contra la libertad sexual.
En cuanto a los automóviles, no se concederán licencias a vehículos con más de dos años de antigüedad desde la primera matriculación, ser retirados cuando alcancen una década en circulación y contar, al menos, con la etiqueta ECO en el parabrisas del coche.
Las compañías también estarán obligadas a cumplir con nuevas exigencias. Destaca la obligación de contar con una línea telefónica de asistencia al usuario y otra vía web adaptada a personas con discapacidad. De cara al usuario, si la compañía cancela un viaje unilateralmente, será ésta la que deba abonar al viajero el coste de la carrera como compensación. También se está estudiando establecer un coste si el conductor espera al vehículo por encima de un tiempo por definir y, a partir del 1 de enero de 2025, por cada 10 vehículos VTC de una misma compañía uno tendrá que estar adaptado a personas con movilidad reducida.
Como decimos, todos estos flecos todavía tienen que ser aprobados definitivamente pero, de momento, las lineas generales de la nueva reglamentación apuntan a mayores exigencias para las compañías que prestan el servicio VTC.
Me imagino a Tim Cook en su despacho, en diciembre de 2022. “Voy a probar eso que he visto en Xataka de ChatGPT”. Y luego, cada vez más alucinado y enfadado, dándose cuenta de algo: se habían despistado. ¿Cómo había sido posible?
Apple pasa de la IA. En estos últimos meses el mercado no parecía estar especialmente preocupado por una Apple que apenas hablaba (o habla) de inteligencia artificial. Es como si pasara totalmente de esta prometedora tecnología, y eso no parece tan terrible porque Apple suele llegar tarde, pero hacerlo con productos (iPod, iPhone) que superan a los de sus rivales. No obstante, en su última conferencia WWDC no pronunció esas palabras ni una sola vez, y aunque creamos saber el posible porqué, la otra gran razón es, sencillamente, que no tenían nada de que hablar.
Nos hemos despistado.Como señala Mark Gurman en Bloomberg, puede que Tim Cook esté diciendo públicamente que Apple lleva años trabajando en el ámbito de la IA generativa. Sin embargo sus fuentes indican que a la empresa estos avances le cogieron por sorpresa, y que “hay un montón de ansiedad sobre esto y se considera un fallo bastante grande internamente”.
Ajax. Así se llama el gran modelo de lenguaje (LLM) que la empresa ha desarrollado tras ponerse a trabajar en este ámbito. Es el utilizado internamente por su propio chatbot, que ha sido apodado “Apple GPT”, y ahora están evaluando si este desarrollo puede competir con sus rivales y cómo lo desplegarán en sus productos.
La solución, gastar dinero. John Giannandrea y Graig Federighi son los responsables de estos nuevos esfuerzos, aunque Eddy Cue, responsable de servicios, también está involucrado según Bloomberg. Para tratar de no perder esa carrera Apple está invirtiendo cerca de 1.000 millones al año.
Nada especialmente nuevo. Los responsables de Apple parecen estar a la zaga de los lanzamientos que hemos visto en otros gigantes de la tecnología. Así, los equipos de Cupertino estarían trabajando en un Siri con IA generativa integrada (a lo ChatGPT con voz), autocompletado de frases, integración de IA generativa también en XCode (como en GitHub Copilot, entre otros) o una mejora de Apple Music que generara listas de reproducción más afines a los gustos del usuario (como la que Spotify presentó en febrero). Lo importante, al menos de momento, parece ser poder competir con sus grandes rivales con productos similares pero adaptados a su ecosistema.
¿En la nube o en local? En Apple uno de los grandes debates de cómo desplegar estos servicios es si dependerán de la nube —como ocurre con ChatGPT o Midjourney— o se podrán usar localmente en el dispositivo incluso si estamos fuera de línea. Esta última opción ha sido adoptada por Apple con frecuencia y ofrece más garantías en materia de privacidad, pero por ahora la nube permite acceder a opciones más avanzadas.
¿Cuál ha sido el mejor videojuego del año? ¿Y la mejor serie o película Continuamos con las votaciones en los Premios Xataka NordVPN 2023, y en este caso hemos llegado a las categorías de entretenimiento. Recuerda, además, que todavía puedes participar en el resto de votaciones y que los ganadores los anunciaremos el próximo 15 de noviembre en un evento que celebraremos por todo lo alto en los Cines Capitol de Madrid.
Nota: si estás navegando desde móvil y no se te ve bien el formulario, puedes votar desde aquí.
Para el sistema de votación usamos Formularios de Google, por lo que para poder enviar tu voto necesitas estar identificado en tu cuenta de Gmail (o Google) en el navegador, ya sea de escritorio o móvil, de manera que cada lector pueda emitir su voto. Gracias.
Cómo funcionan las votaciones
La mecánica de los Premios Xataka NordVPN 2023 es similar a la de ediciones anteriores y se divide en tres fases:
Votación del público: durante los próximos días iremos publicando artículos con nuestras categorías y los candidatos seleccionados por el equipo de Xataka para que vosotros, nuestros xatakeros, votéis por vuestros favoritos.
Votación del jurado: con los finalistas que el público ha elegido, el jurado de Xataka y otros expertos en tecnología votarán a los que son, según su visión, los mejores dispositivos.
Elección de ganadores: los votos del jurado se combinarán con los del público para elegir los ganadores, que se anunciarán el 15 de noviembre.
A diferencia de lo que ocurre con las categorías de dispositivos, para las categorías de Mejor videojuego y Mejor serie/película consideramos aquellos títulos con lanzamiento en 2023 que están disponibles antes de la fecha de publicación de las votaciones, incluyendo también aquellos de 2022 que no participaron en la edición anterior.
Vota en otras categorías
Estas son todas las categorías de los Premios Xataka NordVPN donde ya puedes votar:
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Desde hace más de dos años que sabemos que Amazon está trabajando en una serie de ‘Fallout’, aunque la información sobre el proyecto se ha ido revelando a cuentagotas. El anuncio oficial se produjo en julio de 2020 y, desde ese entonces, pocos datos teníamos más allá de que se trataría de una adaptación a manos de los creadores de ‘Westworld‘ y una imagen filtrada de un entorno apocalíptico.
Este lunes, no obstante, la plataforma de streaming ha desvelado la fecha de estreno de la serie. A través de un vídeo publicado en X (antes Twitter) vemos una interfaz de línea de comandos de un Pip-Boy con la mascota de la franquicia, Vault Boy, y la fecha 12 de abril de 2024. Así que ahora tenemos conocimiento de cuánto tiempo tendremos que esperar para ver la serie, que llegará el mismo día a España.
Cuenta atrás para el estreno de ‘Fallout’ en Amazon Prime
La noticia coincide con el 26º aniversario del Fallout Day, un evento relacionado a la franquicia que se celebra cada año. Ya en el comunicado de prensa, Amazon Studios ha señalado que la serie se estrenará en 240 mercados en simultáneo y que estará ambientada en un futuro postapocalíptico en Los Ángeles y que se trata de una historia original basada en ‘Fallout’ que formará parte del canon de los videojuegos.
‘Fallout’, como decimos, es una obra de los creadores de Westwolrd, Jonathan Nolan y Lisa Joy, y Kilter Film. El reparto del proyecto estará conformado por Ella Purnell, Walton Goggins, Aaron Moten, Moisés Arias, Kyle MacLachlan, Sarita Choudhury, Michael Emerson, Leslie Uggams, Frances Turner, Dave Register), Zach Cherry, Johnny Pemberton, Rodrigo Luzzi, Annabel O’Hagan y Xelia Mendes-Jones.
El rodaje del filme comenzó en 2022 y terminó este año, por lo que el proyecto está en su etapa final de realización. Cabe señalar, eso sí, que hasta el momento no hemos visto tráiler alguno de la serie. Así que puede que en cualquier momento nos sorprendamos con el primer tráiler e imágenes oficiales. Toca esperar para sumergirnos en este futuro postapocalíptico que, desde luego, promete.
Lo llaman el “oro azul” y aunque el nombre pueda llevarnos a pensar en joyería de fantasía es en realidad un guiño al enorme valor, tanto económico como práctico, de un metal bien conocido desde hace años en tecnología: el cobalto. Si bien no es tan popular como el coltán, la realidad es que ambos resultan indispensables para la elaboración de buena parte de los dispositivos electrónicos que usamos a diario. Y eso, claro está, lo convierte en un recurso codiciado en la industria.
Chile lo sabe y mira ya con un interés especial sus yacimientos.
¿Qué es eso del “oro azul”? Un apodo con el que se suele designar al cobalto. No es el único que lo usa. A lo largo de los años hemos echado mano de esa misma expresión para referirnos también al azul ultramar extraído del lapislázuli e incluso al agua o la lavanda, pero aun así sigue siendo oportuna cuando hablamos de cobalto, tanto por su tonalidad como por su valor para la industria.
De sus peculiaridades ya os hemos hablado en alguna ocasión. El cobalto es un metal ferromagnético, dotado de propiedades magnéticas similares a las del hierro y resistente al desgaste y la corrosión incluso bajo temperaturas elevadas. No es su única virtud. Asociado habitualmente a la extracción de cobre y níquel, soporta la tensión de una forma parecida a la del hierro y ofrece un abanico de aplicaciones que van del ramo sanitario a la fabricación de baterías, lo que le confiere una relevancia especial en plena transición hacia la movilidad eléctrica.
¿De dónde procede? “El cobalto es un elemento raro con una frecuencia del 0,004% en la corteza terrestre, lo que lo sitúa en el trigésimo lugar de la lista de elementos ordenados por frecuencia. Está presente en muchos minerales, pero normalmente en pequeñas cantidades”, explica el Institut für Seltene Erden und Metalle AG. Sus reservas mundiales rondan los siete millones de toneladas, de las que alrededor de la mitad se localizan en la República Democrática del Congo.
Las tablas de Statista muestran con claridad el peso del país africano en el mapa minero global del “oro azul”: su producción estimada en minas de cobalto en 2022 ascendió a 130.000 toneladas métricas, muy por encima de la segunda, tercera y cuarta nación de la lista, puestos que ocupaban Indonesia (10.000), Rusia (8.900) y Australia (5.900). El Congo representó más de dos tercios de la producción global. Hay estimaciones que elevan su producción de 2022 a 145.000 tn.
¿Y cómo es su mercado?Statista calcula que en 2021 el mercado del cobalto alcanzó a nivel mundial un valor de 8.572,5 millones de dólares y preveía un crecimiento notable a lo largo de la década, un alza que le permitiría pasar de 10.830 millones en 2023 a casi 24.900 en 2030. No todas las proyecciones coinciden. La de Strait Research, por ejemplo, es sustancialmente inferior (19.470 millones de dólares en 2030), pero prevé también un crecimiento considerable del tamaño del mercado mundial a medio plazo: del 123% entre 2021 y 2030.
A comienzos de la década la Unión Europea calculaba que en 2030 necesitaría cinco veces más cobalto y para 2050 esa urgencia se habría incrementado unas 15 veces. La clave: la necesidad de baterías para vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía. El OEC (Observatorio de la Complejidad Económica) muestra sin embargo que el principal importador del “oro azul” es China, con una demanda muy superior a la de Japón, Alemania o Estados Unidos.
¿Y cuál es el papel de Chile? Chile tiene presente desde hace años el potencial de su minería de cobalto. En 2018 la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) encargaron un estudio para valorar los recursos disponibles en el norte y centro del país y ese mismo año se apuntaba ya su considerable potencial económico, incluso en los escenarios más pesimistas. Que ese interés no ha decaído lo demuestra un proyecto de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y la Universidad de Chile que aspira a convertir a Chile en el segundo productor de “oro azul” a nivel global.
“Solo extrayendo el cobalto que está en los relaves, Chile podría desplazar a Indonesia convirtiéndose en el segundo productor mundial”, explica a América Economía Pilar parada, directora del Centro de Biotecnología de Sistemas de UNAB. Su foco se centra en las partículas de mineral arrastradas por el agua en las explotaciones mineras y que aún pueden aprovecharse. Gracias a esos relaves Chile calcula que tiene potencial para producir cerca de 15.000 toneladas anuales de cobalto. Si se añadiese además la explotación primaria, directamente desde yacimientos de cobre y cobalto podría subir a 25.000 toneladas.
¿Y cómo plantea hacerlo? La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID) ha decidido adjudicar a UNAB y la Universidad de Chile un proyecto científico para producir alrededor de 15.000 toneladas de cobalto al año.
Su propuesta pasa por echar mano de la biotecnología para reprocesar los relaves mineros y recuperar el cobalto descartado, lo que, recalcan, permitiría obtenerlo de una forma “más limpia, con menor impacto ambiental y costos de producción más bajos”. Sus impulsores aseguran que podría reducirse además el riesgo ambiental que representan estas áreas: a día de hoy el 86% están abandonadas o inactivas.
¿De oro azul a oro verde? “Avanzar en el camino hacia un ‘cobalto verde’ representa no solo una oportunidad económica, sino un paso hacia un futuro más limpio y socialmente responsable, donde la prosperidad se funde con la protección del medioambiente”, señala Parada, directora del proyecto, a La Tercera.
La investigadora asegura que durante el proceso se usan bacterias que retiran la pirita, un mineral que se oxida en contacto con la lluvia o el aire y contamina las aguas subterráneas y campos de cultivo. A día de hoy se calcula que en Chile hay 764 depósitos de relaves. Los más prometedores, en Atacama y Coquimbo.
Sí, son las cuatro de la mañana. Sí, me he desvelado y no tiene pinta de que vaya a conciliar el sueño. No, no es la primera vez que me pasa.
De hecho, según he leído hace un momento en la cama, no es la primera vez que me pasa a mi, ni a millones de personas. Según la Encuesta Nacional de Salud de EEUU, un 17,8% de los norteamericanos tienen problemas para dormir del tirón. Y si hacemos caso a Gallup, esas cifras suben hasta el 28%. ¿Qué está pasando aquí?
Las horas perdidas. En España la situación no es mucho mejor. Según la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FEMES), unos siete millones de españoles sufren insomnio crónico y prolongado y, de hecho, hay casi seis millones toman cada noche pastillas para dormir. En menos de un siglo, el español medio ha “dejado de dormir” dos horas diarias.
Y como señalaba en EFE, Carlos Egea, el presidente de FEMES, “el sueño no es como la grasa, el organismo no lo almacena, es día a día”. Es decir, día a día, exponemos a nuestro organismo a riesgos innecesarios para “la salud mental y la cardiovascular”. Además, la falta de sueño está relacionada con las enfermedades metabólicas, con una mayor predisposición al Alzheimer y todo tipo de problemas inmunitarios.
Las cuatro de la mañana. Vale, el insomnio es un problema, pero cuando pensamos en él solemos pensar solo en el insomnio de conciliación: las personas a las que les cuesta mucho trabajo empezar a dormir. Lo que ocurre es que hay muchos tipos de insomnio más: el de despertarse en mitad de la noche y estar horas con ojos como platos, es uno de ellos.
Y, en realidad, tiene sentido. Ya sabemos que el sueño bifásico (el patrón de sueño en el que las horas se reparten en dos bloques separados por un periodo de vigilia) ha sido lo normal durante buena parte de la historia de la humanidad. Por motivos históricos, culturales y tecnológicos (las noches eran largas y no teníamos sistemas de iluminación eficientes), pero también biológicos.
Sobre todo, porque los ciclos de sueño (fisiológicamente hablando) no duran ocho horas. De hecho, cada noche tiene entre cuatro y seis ciclos de sueño (una serie de etapas que se suceden y repiten a lo largo de nuestro sueño diario). hablamos de una sucesión de una etapa REM y tres etapas no-REM cada una más profunda que la anterior.
Aunque pongamos los seis ciclos unos junto a los otros, entre ciclo y ciclo suele haber un periodo en el que el sueño se vuelve muy liviano. Si ahí nos despertamos y tenemos problemas de insomnio (ya sea por los ritmos circadianos que modulan la melatonina o por cualquier otro motivo)… el resultado es problemático.
¿Por qué nos despertamos? Esa es la pregunta clave, ¿no? Si podemos atajar los despertares, el insomnio tiene mucha menos capacidad de fastidiarnos la vida. Pues bien, según la Clínica Cleveland, hay cuatro grandes razones por las que las personas se despiertan horas antes de tiempo: dos de ellas son los trastornos del sueño y los trastornos emocionales subyacente (estrés, depresión, ansiedad…). Problemas por los que sería recomendable ir a un especialista.
Pero las dos otras razones son el ambiente en el que dormimos (ruidos exteriores, luz, cambios de temperatura) y las visitas al baño. Es decir, cosas que, aunque no lo creamos, son más “fáciles de controlar” de lo que pensamos.
¿Podemos hacer algo? Esto significa que, al menos en la mitad de los casos más frecuentes, podemos reducir las interrupciones del sueño con una correcta higiene del sueño. Cosas como mantener unos horarios regulares, eliminar la siesta, evitar pantallas en las últimas horas del día, adelantar la actividad física y no dejarlas para el final de la jornada y eliminar el alcohol, el tabaco o la cafeína antes de acostarse.
Pero, sobre todo, podemos recordar que los problemas de sueño suelen ser un “indicador” de algo más. Si los problemas persisten, es recomendable acudir a un profesional.
Pocas cosas visten más a un evento de tecnología que los robots. En GITEX, que ha anunciado una futura edición en Europa, hemos podido ver varios robots, desde entrañables robots de ayuda y guía hasta perros robóticos de todos los tamaños y colores, pero hay uno que nos ha llamado mucho la atención por ser 1) el que más rápido anda del mundo y 2) por estar pensado para jugar al fútbol. Y sí, lo hemos podido conocer muy de cerca. Y no solo al robot, sino a su creador.
Y es que los dos protagonistas de este artículo son ARTEMIS y Dennis Hong. Dennis Hong es ingeniero mecánico y especialista en robótica. Trabaja como profesor de mecánica e ingeniería espacial en la UCLA y es el fundador de RoMeLa (Robotics & Mechanisms Laboratory). ARTEMIS es su gran creación, un robot de apariencia semihumanoide capaz de andar, correr, saltar y jugar al fútbol. Y sí, que juegue al fútbol tiene mucho sentido.
El furbo’
ARTEMIS con el brazo levantado | Imagen: Xataka
Si echamos un vistazo al diseño del robot, veremos que poco o nada se parece a otros robos como el de Tesla o el de Xiaomi. No es tan estético, pero sí conserva esa apariencia semihumanoide. ¿Por qué? Según Dennis Hong, porque “la forma sigue la función”. “Tengo un sueño, en el que en el futuro los robots caminarán entre nosotros en estos ambientes [refiriéndose a la feria]”. Para ello, el robot tiene que ser como un humano porque los entornos están diseñados y desarrollados, precisamente, para humanos. Pensemos en escaleras, pomos de puertas, etc.
Además, en esta utopía robótica, seguramente queramos que un futurible robot en casa nos eche una mano, y para ello el robot ha de ser capaz de llevar a cabo las mismas tareas que nosotros sin que haya que cambiarlo todo. Un ejemplo práctico que pone Hong: “Si queremos que un robot nos traiga una cerveza, queremos que pueda abrir nuestro frigorífico, no que tengamos que comprar un frigorífico que el robot pueda usar”. De ahí la idea de desarrollar un robot humanoide que, en este caso, lleva en el horno desde 2018.
Dennis Hong (centro) junto a ARTEMIS y su equipo de UCLA | Imagen: Xataka.
El robot mide lo que una persona de baja estatura y pesa unos 38 kilos. La clave de su diseño está en cómo funciona, y es que la inmensa mayoría de robots usan motores servo, algo que, desde el punto de vista de Dennis, es ideal para “movimientos precisos y rígidos”, pero no para el movimiento de las piernas. En su lugar, los actuadores de ARTEMIS están diseñados para emular el funcionamiento de los músculos humanos. Los actuadores son eléctricos en lugar de hidráulicos, permitiendo que, en palabras de Dong, “haga menos ruido, sea más eficiente y más limpio”, ya que los “sistemas hidráulicos son conocidos por las filtraciones”. “Esa es la clave de su excelente equilibrio al caminar por terrenos irregulares y de su capacidad para correr, levantando los dos pies del suelo mientras se mueve”, afirma.
Eso le permite al robot caminar a 2,1 metros por segundo, el más rápido del mundo. Desgraciadamente, no pudimos verlo por nosotros mismos, ya que el espacio para la demo era reducido y el robot estaba siendo controlado de forma manual. De hecho, lo estaban controlado con una Steam Deck corriendo Linux. También saben que puede correr, pero no a qué velocidad ni por cuánto tiempo porque no tienen espacio en el laboratorio para probarlo. Algo que tampoco saben es su autonomía, en tanto que no han llegado nunca a agotarla por motivos de seguridad.
Detalle de la cara de ARTEMIS | Imagen: Xataka
Robot ARTEMIS | Imagen: Xataka.
Lo que sí puede hacer y, de hecho, hace, es jugar al fútbol. RoboCup es un proyecto fundado en 1997 con el objetivo de promover el avance en robótica y una de las competiciones que hay en esta iniciativa es la RoboCupSoccer, una competición de fútbol con robots autónomos. Hay diferentes ligas (robots pequeños, robots grandes, robots humanoides…) y es una especie de benchmark para robots. Una prueba para ver cómo se desenvuelven los robots por sí solos en entornos controlados y exigentes en el que se pueden “comparar diferentes tecnologías. Y es una competición, así que es divertido también y a la gente le encanta”, explica Hong.
Que el robot tenga esta forma y diseño no es casualidad. La RoboCup tiene una serie de normas y estándares (aquí en PDF) que todos los participantes deben cumplir. Por ejemplo, “todas las acciones del robot deben ser cinéticamente equivalentes a los movimientos humanos” o que los robots tengan “sensores que tengan un equivalente en los sentidos humanos. Estos sensores deben colocarse en una posición aproximadamente equivalente a la ubicación de los sensores biológicos del ser humano”. ¿Sería más fácil para el robot tener un ojo trasero para ver a sus compañeros? Sí, pero los humanos, desgraciadamente, no lo tenemos. Este es el motivo por el que ARTEMIS tiene cámaras duales y no LiDARs, que lo harían todo más fácil, o cinco patas.
En lo que a movimiento se refiere, el robot no usa inteligencia artificial para todo, sino que está basado en un modelo. “Sin embargo, sí tiene IA en términos de autonomía, tiene visión estéreo para reconocer objetos”, apunta Dennis, aunque todo lo relacionado al movimiento está basado en un modelo. Dennis nos cuenta que el robot también es capaz de saltar, pero dado que solo usa el 40% de su capacidad por motivos de seguridad, lo hace a poca altura, prácticamente un palmo de altura.
Y todo suena bastante bien, pero yendo un poco más allá, le preguntamos a Dennis por las limitaciones de ARTEMIS. “Hay un montón de cosas que tenemos que averiguar. Ahora estamos trabajando en el movimiento local intentando que se mueva con las dos piernas […] y bueno, míralo, ni siquiera tiene manos”.
Detalle del brazo y mano de ARTEMIS | Imagen: Xataka
También nos cuenta que el robot no se cae (y ver a Dennis pegarle una patada al robot en movimiento y ver cómo aguanta es impresionante), “pero algún día se caerá”, asegura el ingeniero. “Lo que hay que ver ahora es cómo hacemos para que se caiga con seguridad, y si se cae, cómo hacer para qué se levante otra vez”.
Y claro, podríamos pensar que teniendo el modelo a imitar justo frente al espejo (es decir, nosotros mismos), sería más fácil emular nuestro comportamiento y hacer que el robot se recupere como lo haríamos nosotros. Lo cierto es que no es tan fácil, porque de la misma forma que hay mil formas de caerse, hay mil formas de levantarse e infinidad de factores a tener en cuenta.
¿Robots entre nosotros? Espera…
Dennis Hong posando junto a ARTEMIS | Imagen: Xataka.
Dennis nos cuenta que si le hubiéramos hecho esa pregunta hace tres años, nos habría dicho que “tendría suerte de estar vivo para verlo”. Sin embargo, se lo hemos preguntado ahora, y ahora opina que será “mucho antes de lo que pensaba”, pero no puede dar un fecha porque, bueno, hay flecos que resolver. “Incluso teniendo la tecnología ahí, hay muchos otros problemas: costes […] y seguridad”.
Porque seamos francos, la idea de tener un robot en casa que limpie el polvo (no el del suelo como un robot aspirador, sino el de las encimeras que tanta pereza da) o planche suena bien, demasiado bien. Sin embargo, lo que no suena tan bien es que este robot pueda caerse encima de algo o alguien y aplastarlo. Pensemos en que el sistema de detección de objetos falle, no vea a nuestra mascota y el robot se caiga encima.
De momento, tendremos que conformarnos con nuestro robot aspirador o pequeños robots como Amazon Astro. Además, cabe esperar que las primeras aplicaciones de los robots humanoides sean en entornos comerciales o peligrosos para realizar tareas pesadas. Ha habido avances, pero desgraciadamente, el polvo del mueble del salón o lo quitamos nosotros o, por ahora, no lo va a quitar nadie.
La armadora Berge Bulk quiere afrontar la segunda mitad de la década con un balance neutro en carbono. Y para lograrlo acaba de dar un paso clave: dotarse del buque de carga a vela más potente del mundo, el Berge Olympus, una embarcación de 210.000 TPM —tonelaje de peso muerto, en sus siglas en inglés— provisto de una tecnología que le permitirá ahorrarse toneladas de combustible y recortar de forma notable sus emisiones de CO2. Interesa el navío e interesa (mucho) lo que muestra sobre el potencial de la energía eólica para el transporte marítimo.
Los nuevos “veleros”, eso sí, poco se parecen a sus predecesores.
¿Qué es el Berge Olympus? Un buque Newcastlemax, el “apellido” que se añade a aquellos graneleros con una manga máxima de 50 metros y una eslora de 300. El nombre es una referencia al tamaño que puede operar en la terminal del Puerto de Newcastle, en Australia. En el caso del Berge Olympus, la web Marine Traffic precisa que la longitud es de 300 m y la manga pasa ligeramente de 49.
El navío no es exactamente nuevo. Berge Bulk lo incorporó a su flota comercial hace más de un lustro, a comienzos de 2018, cuando empezó a navegar bajo la bandera de la isla de Man y se unió a sus “hermanos”, Zugspitze, Grossglockner, Toubjal y Mulhacen. Ya entonces la empresa destacaba su eficiencia energética.
El Berge Olympus en una imagen distribuida por la armadora en 2018, cuando el buque aún no disponía de las cuatro velas rígidas WindWings.
¿Por qué es noticia Porque el Berge Olympus que pudimos ver en 2018 no es exactamente el mismo que podremos contemplar a partir de ahora. Entre ambos hay una diferencia sustancial que ha alterado también su perfil: “velas”, una nueva instalación que le permite beneficiarse de la energía eólica durante sus viajes.
Así lo ha anunciado la armadora, que tras los últimos cambios lo presenta como el buque de carga a vela más potente del mundo. A partir de ahora se centrará en la ruta comercial comprendida entre Brasil y China, en la que, precisa Berge Bulk, encontrará condiciones de viento favorables que le ayudarán a desplazarse.
¿Y qué cambios son esos? La transformación es visible a simple vista. Berge Oympus ha incorporado cuatro BARTech WindWings, una tecnología de la que ya os hemos hablado en alguna ocasión y fue noticia en agosto gracias al buque Pyxis Ocean. Su planteamiento es sencillo, al menos sobre el papel: aunque no se parezca en nada a los antiguos veleros, su sistema de velas rígidas le permite aprovechar la propulsión del viento para lograr un uso más eficiente del combustible y reducir las emisiones de CO2. La instalación del Berge Olympus cuenta también con la participación de la compañía noruega Yara Marine Technologies.
Cada una de las cuatro WindWings tiene una envergadura de 37,5 metros de alto por 20 de ancho y juntas permitirán mejorar la eficiencia del granelero, al menos según los cálculos presentados por la propia armadora, que asegura que Olympus ahorrará seis toneladas de combustible diarios en una ruta promedio mundial y logrará reducir las emisiones de CO2 en 19,5 toneladas al día. “Con estos ahorros, Berge Bulk está evaluando el potencial de instalar WindWings en más buques que operan en rutas con condiciones de viento favorables”, avanza la operadora.
¿Cuál es el objetivo? Ahorrar combustible y emitir menos dióxido de carbono. Eso de forma inmediata. El objetivo a medio plazo es avanzar hacia la meta que se ha marcado la armadora: ser carbono neutral ya en 2025. “Esta iniciativa está en consonancia con los nuevos objetivos de la OMI de alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo internacional para 2050 o en torno a esa fecha”, abundan en Berge Bulk, que recuerda también los hitos marcados para las próximas dos décadas en materia contaminante.
Con ese propósito, además del sistema WindWings, el buque granelero se ha modernizado con un sistema de generador de eje que acciona el motor principal para suministrar energía. De ese modo consigue ahorrar combustible y reducir sus emisiones. “Con una capacidad de 1 MW, está dimensionado para eliminar la necesidad de operar motores auxiliares en el mar”, concluye. Su estrategia para reducir su huella medioambiental se centra también en otros fuentes, más allá de las embarcaciones, como el uso de nuevos combustibles o la captura de CO2.
El viejo argumento de un ser humano haciendo frente a la adversidad y a una fuerza que le supera en número o en poder es uno de los argumentos más viejos del cine de aventuras. Y eso, y nada más que eso, aunque con la energía al 11 y aderezado con dramáticos elementos de terror y de monster movie es lo que propone esta extraordinaria película reciente, ‘Infierno bajo el agua‘, aterrizada en Netflix y que también puedes ver en SkyShowtime.
En ella veremos cómo un devastador huracán llega al pueblo de una joven nadadora profesional. Esta ignora las órdenes de evacuación, que avisa de inundaciones, para buscar a su padre. En un pueblo prácticamente arrasado por el agua y el viento, la joven intentará localizarlo mientras se enfrenta a un problema inesperado: unos voraces caimanes que rondan su vecindario.
Un punto de partida que ya de por sí resulta agobiante pero que se catapulta a hora y media de perfecta tensión submarina gracias a dos elementos. El primero es la perfecta presencia de Kaya Scodelario como heroína acuática y que hace perfectamente creíble, gracias a encargarse ella misma de muchos de sus stunts, que estemos ante una profesional de la natación y una mujer especialmente decidida. Scodelario, a quien también pudimos ver en la última y reivindicable adaptación de ‘Resident Evil’, merece seguir encabezando el reparto de películas de acción y horror.
El segundo elemento que vertebra la película es la dirección de Alexandre Aja, uno de los realizadores franceses provenientes de la tremebunda ola de terror galo de finales del siglo pasado y que dirigió el sensacional remake de ‘Las colinas tienen ojos’. Después de un tiempo dando vaivenes dentro del género, parece que ha recuperado su visceralidad, su excelente pulso narrativo y su gusto por zambullir en entornos asfixiantes a personajes al límite, como hizo aquí o en la película para Netflix ‘Oxígeno’.